Cuesta creer que no haya surgido en la ciudad una figura política donde la gente se sienta reflejada en sus problemas cotidianos.
Por un lado el radical Alberto Martino, liderando el espacio actual con pocas innovaciones y su gestión de gobierno basada en una abultada estructura municipal. El fin del gobierno nacional K y la llegada de Cambiemos no lograron renovar los aires y la estructura municipal se reciente. La gran debilidad de esta gestión es que el entorno del sillón municipal, tan solo es una mesa chica donde dos personas manejan los destinos de la ciudad, además de no contar con secretarios o directores en Obras Públicas y en Prensa y Protocolo. Se supone que a la hora de construir, diagramar y/o regular los espacios públicos hay un responsable. Con la partida de Lionel Messi por diferencias «éticas» con la política municipal, una vez más el intendente cada vez está más solo. Además, no hay Dirección de Prensa: esta dirección es clave para difundir, promover las actividades municipales, como así mostrar a los ciudadanos; cómo se pagan los impuestos, qué actividades hay en los barrios, etc. Por si esto fuera poco se desmembró Protocolo. una falencia que el intendente no logra solucionar.
Por el otro costado político, en el 2016 el médico Juan Pablo Peirone, se ha quedado con los votos del 2015 que por segunda vez le faltó poco para llegar a la intendencia. La pelea por los espacios de Cambiemos lo han debilitado. Quizás, en este caso uno esperaba que el Gobierno Nacional, hubiera tenido un resultado de gestión mayor que el esperado. Pero, Peirone no logra demostrar que justamente es el principal espacio opositor. El se considera enemigo político de Martino, no logra demostrar ni él ni su equipo que hay una alternativa de gestión y de hacer cuestiones novedosas y superadoras y sobre todo se ve mucho en el Concejo Deliberante. La frase «pensamos en la gente», «trabajamos para la gente» es parte de un relato que el espacio del Frente no es pragmático, y no sabe como hacerlo. Un ejemplo sobra; al final del año se vio una estrategia de desprestigiar un proyecto de Tarifas propuesto por Intendencia, por el solo hecho de trabar los ingresos de fondos al municipio para el años 2017. Todo sabemos, que la inflación ha sido y es recurrente en estos años.
Ni Martino ni Peirone no logran satisfacer las necesidades de la gente. Martino piensa en la Provincia y Peirone en su consultorio. Ha primera vista es una cuestión lógica, pero ambos han estado en constante estado de contrapunto. Martino no habla de Peirone y Peirone tampoco. Pero, solo les importa a ellos, solo quieren mantenerse en la punta del iceberg.
La ciudad espera un Cambio o que Córdoba se Una Por un bien común o que Kada uno solucione sus problemas. La traducción sería podrán el espacio Cambiemos o Unión por Córdoba o los K hacer una ciudad más linda, ordenada y progresista. Por último, Martino y Peirone tuvieron su tiempo, y habrá ver quién se asoma en la política local.