La comunidad escolar de la escuela Martín Miguel de Güemes, está ubicada en pleno barrio Parque Monte Grande, un centro educativo que uno supone que su realidad es diferente por estar alejado del centro de la ciudad. Un barrio con calles de tierra, con muchos sitios baldíos, casas donde uno observa construcciones de clase media de bajos recursos. Sin perder su identidad, el barrio intenta ser parte de la ciudad. Situada a 3.500 metros del casco céntrico que en épocas de la gestión de Rojo, el barrio alguna vez fuera postergado, con aquellas desacertadas declaraciones del traslado de barrio. Hoy en la actualidad, las proyecciones de su gente es diferente. Las posibles inversiones de infraestructura, como cordón cuenta el barrio se siente parte integral de la ciudad.
En el aspecto educativo, la escuela primaria que alberga 160 chicos en el nivel primario, y un centenar en el Jardín de Infantes y casi una docena de alumnos adultos, es motivo de orgullo para los docentes y la gente del barrio.
En una charla con la vicedirectora de la escuela nos manifiesta: “acá los padres de los chicos la mayoría trabaja por changas, los padres acompañan el crecimiento de sus hijos. Una buena señal.”, dice Mariela Isuardi.
La escuela en materia de infraestructura está en condiciones gracias al aporte de la Provincia y el Municipio, además el trabajo de un grupo de maestras y gente privada es desinteresada, que no solo enseñan sino que colaboran en forma material. Tenemos un grupo de docentes admirables”, dicta Mariela Isuardi.
Isuardi aclara que este año, estamos mucho mejor ya que las instalaciones del colegio están aptas y tenemos calefacción (caleventores) con el aporte de gente que siempre colaboran con la escuela. Además, existe una escuela para adultos por la noche. Muchos padres y gitanos son analfabetos y quieren superarse y con la ayuda de la docente Griselda es posible.
La realidad de los chicos, por más que sea un barrio humilde no escapa a la realidad de la familia. Casi el 30% de los chicos son de padres separados. Otro aspecto diferente, es que la comunidad gitana mandan sus hijos al colegio, por citar en el nivel primario-adulto existe madres gitanas. La escuela está integrada en el barrio”, afirma Isuardi.