Hace 40 años que el club de Abuelos funciona en la calle Leandro Alem al 731, en pleno barrio Belgrano. En los ´70 la zona era un lugar de esparcimiento y diversión para la gente de la tercera edad. La zona no era densamente poblada y las normas legales y de convivencias eran más elásticas en aquellos tiempos.
En los actuales, el club quedó inserto en medio de casas y departamentos de gente particular. Cómo toda asociación sin fin de lucro, el principal objetivo es mantener el espacio, sostenerse económicante para el funcionamiento. Para ello, cada quince días se organizan bailes, y allí el municipio tiene que habilitar el espectáculo
OTROS TIEMPOS
Las sucesivas ordenanzas de espectáculos públicos, principalmente después del evento «Cromagnón» y las respectivas normas que el estado municipal lleva a cabo hicieron que hoy el Club de Abuelos, tenga algunas dificultades para su funcionamiento.
Desde prórrogas sucesivas y permisos provisorios para organizar espectáculos los fin de semana con altos decibeles de música (baile), a eventos folclóricos en horarios inusuales también con sonidos altos, son un combo para que vecinos manifiesten su queja.
LA HISTORIA DE UNA FAMILIA QUE SE NIEGA A LA RESIGNACIÓN
La familia Zárate-Picca viven al lado del Club de Abuelos, la compra de la casa hace 21 años significaba para esta familia trabajadora un sueño de una vida.
Desde el comienzo de la charla, uno de los integrantes de la familia, Patricia Zárate, aclara: «no quiero que se cierre el lugar, pero hay cosas que ya no toleramos».
Hicimos mejoras en la casa, pero los ruidos, principalmente cuando hay un orquesta un sábado es imposible dormir. Hemos sufrido docenas de problemas edilicios en nuestra vivienda, como rajaduras en las paredes a hundimiento de pisos.
Cuando estaba el señor Rivera, se podía hablar, y ellos trataban de no molestar a los vecinos, luego la gestión de Roberto Bedini al frente de la asociación fue complicada y ahora con Campos la cosa no está bien.
Siento que hace seis años que no podemos disfrutar nuestra casa, los días de baile son caóticos, ahora las clases de folckore igual, además se suma que tiran la basura en la vereda, y eso nos afecta. Estamos sin solución», cuenta Patricia.
Le mando un mensaje al intendente Alberto Martino, como principal responsable de habilitar un lugar para espectáculo público. El tiene que ponerse en lugar de los vecinos que la sufren y donde el salón de fiestas no se tendría que habilitar -al tener formas de caja- ya que el sonido no tiene salida al exterior.
Hemos hecho denuncias a la Policía, a Defensa Civil, a Espectáculos Públicos, ala Cooperativa de Obras. Vino el arquitecto Messi, de la Municipalidad y constató los daños, pero la cosa sigue igual.
Mi familia ha agotado las instancias formales y los buenos modales. Somos una familia de bien, y solicitamos al intendente que respete nuestro espacio particular, no sólo porque pagamos los impuestos además porque nos sentimos afectados, concluye la vecina.
Esa señora miente. Jamas se abrio el club sin tener una habilitación correspondiente. Las obras de estan haciendo. Q puede molestar q el club se abra sábado d por medio???? O esta enojada porq no la dejaron hacer más sus reuniones d avon???