Arrancó el 2018, con mucha furia política. El Gobierno Nacional agobiado por el escándalo del Ministro de Trabajo, Triaca, y la pobre imagen que día a día va desgastando al presidente Macri, por el paulatino ajuste de hace mas de año y medio tomó la primera medida insignificante en número pero si una voluntad de un cambio: familiares en los Ministerios deberán dejar sus cargos, fue el mensaje del mandatario.
En Río Tercero, la gestión de Alberto Martino empezaba a sufrir el desgaste de varios períodos de gestión y las críticas se centraban en un círculo «ciego» de los laderos del intendente. Pero las cosas, por mérito propio y por azar las cosas empezaron a cambiar, por lo menos por ahora.
El intendente necesitaba capital político para encarar uno de sus últimos años como gestión y decidió la rebaja de los sueldos de sus funcionarios en un 20%. El que quiera que se vaya, proclamó el jefe comunal. Conclusión: una medida que le sirvió para volver a posicionarse como el principal político de la ciudad.
Por otro lado, la poderosa Cooperativa de Obras y Servicios Públicos, gozaba de estándares aceptables y de satisfacción en la sociedad. Eficiencia, múltiples servicios, ayuda social, eran uno de los adjetivos que los asociados sentían.
Pero, nada es para siempre dice el refrán: un aumento previsto, un manejo insensible de la situación, y una imagen altruista de las personas que manejan la entidad cooperativista más poderoso económicamente de la Provincia, desencadenó en una crisis interna y externa dentro y fuera de los asociados.
Martino, terminó el 2017 cuestionado en su gestión, arrancó el 2018 con gran capital político, porque fue el que mejor manejó la situación. Se desprendió de la política de la Cooperativa y se animó a decir: «Es problema de ellos». Sin quedarse sentado, con cintura política buscó al Ersep para que resolviera el conflicto social. En definitiva, el camino con el ente regulador le sirvió ya que se anunció que los valores tarifarios se retraen a noviembre 2017.
En tanto, los gerentes, su presidente Luciano Badino han sufrido el desgaste del capital político. No solo porque ni siquiera se mostró en público sino porque algunos sectores de la sociedad, empiezan a dudar de su verdadero capital político. Insisto en tan sólo una semana paso todo esto;, reclamo popular, vecinos y comerciantes unidos por un aumento excesivo en la boletas de luz.
En menos de 10 días, la política en la ciudad, se mostraba en calma. La clásica rivalidad de oficialismo y oposición era una retórica contante.
Y lo ultimo, el llamado de atención a las instituciones, sobre que al verdadero capital político personal hay que revalidarlo día a día y que los controles de gestión y la transparencia y el fin común son necesarios.
Preciso , conciso y contundente info. Gracias Ojo web