Esta historia es de las tantas que ocurren a diario en el ámbito familiar. Como todos los años, desde la liga de fútbol se promueve y se exige un apto físico que deberá ser aprobado por un profesional médico. El caso testigo es de Ivo (12), un chico que vive en la localidad de Villa Rumipal, donde alterna entre la escuela secundaria y su gran pasión: el fútbol.
UN CASO TESTIGO
El joven jugador de la categoría 2005, del club Naútico Rumipal tuvo una descompostura en su casa. Los padres ante la situación lo llevaron a la ciudad de Córdoba. En el Hospital Ferreyra le hicieron los respectivos estudios y le solicitaron algunos estudios previos y la búsqueda de antecedentes, sobre todo cual era su presión arterial.
Rápidamente, su abuelo y conocido profesor de educación física, Nino Tayler, recordó que en la Liga de Fútbol se solicita un apto físico. Inmediatamente los familiares se comunicaron con Gustavo Canepa, hombre responsable del fútbol infantil de la entidad del fútbol. El dirigente en tan solo unos minutos, previa consulta con el doctor Ferrari, pudo concocer la historia clínica de Ivo.
Con estos datos pudieron diagnosticar el problema, y determinar que era nefritis (inflamación de los tejidos del riñón), algo común para la edad. En la actualidad Ivo pudo resolver su problema físico, gracias al aporte inmediato y desinteresado del dirigente deportivo Canepa y sobre todo a la importancia de un apto físico.
Un apto físico, cuesta 400 pesos, con prueba de esfuerzo y ergometría unos 500. Tan sólo una muestra de la realidad, es suficiente para demostrar la verdadera importancia de los estudios previos para la realización de actividades físicas, sobre todo con rendimientos semi profesionales como son los de la liga de fútbol regional.
Un apartado para Gustavo Canepa, presidente del fútbol infantil, que con compromiso resolvió un pedido que para la familia es y será lo más importante: la salud de nuestros hijos.