INTERNACIONALES/ VENEZUELA. Maduro se atrinchera en el poder con el apoyo de la cúpula militar. El presidente venezolano resiste los embates de la población y los emplazamientos que vienen desde el extranjero.
La juramentación de Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela provocó un tsunami de consecuencias aún impredecibles en un país que vive sumergido en un atolladero institucional y bajo una crisis económica y social galopante.
El nuevo empuje de la oposición, con el respaldo de parte de la comunidad internacional, ha atrincherado a Nicolás Maduro, que ahora se escuda en el apoyo de la cúpula militar ante la pérdida de apoyo en las calles y entre sus simpatizantes.
Las declaraciones este jueves por la mañana del ministro de Defensa, Vladimir Padrino, ofreciendo el respaldo a Maduro y desconociendo la investidura de Guaidó sugieren, de nuevo, que la cúpula militar venezolana sigue constituyendo el elemento más fiable del régimen para sostenerse en el poder. Con apoyo militar, Maduro puede atrincherarse para resistir los embates de la población desesperada y los emplazamientos que vienen desde el extranjero, jugando al agotamiento, como ha sucedido en otras ocasiones.
La soldadura existente entre el chavismo y el sector castrense es denominada en el universo bolivariano “la unión-cívico militar” y ha constituido, desde los tiempos de Hugo Chávez, el marco conceptual para facilitar el ingreso de las Fuerzas Armadas como operadores políticos en favor de los intereses chavistas.
La jura de Guaidó ha liberado fuerzas adicionales en los resortes del Estado venezolano. La rotundidad del pronunciamiento de la comunidad internacional, especialmente de Estados Unidos, y el carácter multitudinario de la manifestación del miércoles, han evidenciado a un Maduro titubeante, sin vínculos con la población, que acusa los rigores del asedio.
El nuevo espaldarazo de Padrino a Maduro, sin embargo, ha dejado traslucir algunos síntomas que indican que los bolivarianos no las tienen todas consigo en la actual coyuntura, ni siquiera entre los militares.
Las fuerzas de seguridad de Maduro no se han atrevido a tocar a Juan Guaidó y la resolución del Tribunal Supremo exhortando al fiscal general, Tarek William Saab, a que proceda penalmente contra Guaidó, no se ha concretado.
La ruptura de relaciones diplomáticas con los Estados Unidos, anunciada por Maduro, que en principio lucía como una huida hacia adelante, lo que ha ocasionado es un crecimiento de la incumbencia norteamericana en la política local.
Los “halcones” de Donald Trump han declarado que sólo reconocen a Guaidó como presidente, lo que quiere decir que su presencia, su personal y sus intereses en el país, deberán ser vistos con especial atención, puesto que podrían ser elementos de discordia que escalen la crisis.
La Unión Europea ha querido ser cautelosa y no ha querido afirmar de manera expresa que reconoce a Juan Guaidó. Sin embargo varios de los países más importantes del bloque lo han hecho de manera individual. También varios funcionarios claves del mapa administrativo del bloque, como Federica Mogherini y el presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani.