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Hugo Gómez, el hombre que le pone el corazón a Pecho

HUGO GÓMEZ/ CANDIDATO A CONCEJAL POR EL ESPACIO DE HACEMOS POR CÓRDOBA DE PECHO LÓPEZ/ El enfermero Hugo Gómez (46) es un conocido personaje, que durante años militó siempre dentro del espacio justicialista. “Eramos los obreros de la campaña de otros candidatos, Preparar la reunión y los choripanes, el panfleto y acompañar el candidato”, agrega.

  • ¿Usted hace mucho que incursiona en política? Siempre me consideré una persona tolerante y madura para tener una conversación, y escuchar al otro y nutrirme del diálogo.

La gente me ve aparecer ahora en escena pero siempre estuve, por esto del crecimiento exponencial y explosivo que tuvo Pecho López y me ven en la lista.

  • Empecemos desde el principio, desde sus inicios. Nací en Villa Ascasubi como mi madre, mi padre en Río Segundo. Ello ambos han fallecido. Tengo una hermana mayor que me lleva dos años y después tengo dos hermanas menores.

Cursé la primaria en barrio Sarmiento. Y vinimos a vivir a Río Tercero porque el auge que tenía la ciudad en esos tiempos, en los 80. Luego el matrimonio de mis padres se separa.

Mi madre vuelve a formar pareja de nuevo y ahí fui a parar a la escuela Mitre donde termino el primario en el año ´86, después Ingreso a la ITT, que por aquellos años se usaba chaqueta marrón. En ese colegio hago hasta tercero año, tiempo en que se enferma mi mamá y tengo que dejar la escuela para salir a trabajar, porque necesitábamos recursos.

Empecé a trabajar en la panadería El Sol, que estaba en la calle Acuña, que ese negocio era de Héctor Roy y Ana Somale. Tenía tan solo 9 años y aprendo el oficio, era ayudante pastelero con uno de los fundadores del partido comunista en Río Tercero, Neri Rodríguez, una de las viejas glorias.

Con él aprendí, a la fidelidad de sus convicciones, ese hombre predicaba, tenía un mensaje político y lo vivía. Eso me enseño. Era muy fiel a la doctrina. Me llamaba la atención la postura de él, de poder llegar mucho más lejos en lo económico pero sin embargo decidió permanecer en su rigor doctrinario.

Luego, de fallecer mamá retomé el colegio secundario nocturno en el ´87, en la que sería hoy la guardería municipal Bonzano. En el ´92 termino finalmente en la escuela Manuel Belgrano el secundario y recuerdo que era el último año que la Nación tenía bajo sus órbitas las escuelas.

A todo eso, me desarrollo como pastelero profesional. En el ´93 logro entrar en la firma Caracol como pastelero, allí permanezco trabajando durante diez años.

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MOMENTOS TRISTES

Durante un tiempo cuando era chico, y mirando para atrás recuerdo que en algún momento había que dejar la infancia de lado, no había muchas opciones, ya que en el hogar mucha rispidez con la nueva pareja de mi mamá.

Concretamente nos llevábamos muy mal, nunca toleré las injusticias y en esos espacio recibía violencia verbal y física porque no era su hijo.

Eran tiempos donde pasaban muchas cosas dentro de los hogares y se las callaba. Fui parte de eso. Hoy mirando en el tiempo entendía que había un mandato social de callarse, y las cosas se hablan puertas adentro. Me costó mucho eso.

Un ejemplo simple, es que si venía a mi casa con unos problemas en la escuela y lo contaba, inmediatamente salía el “tortazo”, era cerrar la boca y seguir para adelante. No había opción de apelar a ningún medio, en términos de respuestas.

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Y LLEGARON LOS 21

Mi oficio me permitió seguir trabajando, y ganar un muy buen sueldo con 17 años. En esos años, mis dos hermanas se habían casado y yo vivía con mi hermana más chica. El proyecto mío era que ella terminara su secundario e irnos a vivir a Córdoba. Siempre tuve mi idea de ser universitario.

No quería quedarme con el mandato de que en mi familia nadie fuera universitario.  Era una determinación que finalmente se dio a luz.

Cuando mi hermana se embaraza, ella toma su propio camino de casarse y de formar su propia familia. Quedé solo, y con algunas crisis principalmente a fin de año. Sentía que había llegado a mi techo laboral.

Recuerdo, que en el año ´91, llegó a Río Tercero un científico español, traído por la COSP, en una jornada de la excelencia. Él tuvo una frase que me impactó: “en la vida sé lo quieras ser pero en lo que seas sé el mejor”. Se me prendió en el corazón.

Fui pastelero y fui el mejor, ya que pude estudiar en Córdoba gracias al oficio. Cuando cursé la universidad fui el mejor y me fue muy bien. Estudié enfermero profesional y luego hice licenciatura.

Hoy trabajo en tres lugares. Tengo mi casa mi auto, mi profesión que me va muy bien. Soy muy exitoso en mi profesión lo dijo con toda humildad. El éxito tiene que ver de entregarse a la profesión.

  • Podemos hablar de política, de la recorrida por los barrios. Vimos de todo en el desandar por los barrios. Gente que le va muy bien y gente que le falta todo. Le falta la comida, la indumentaria, el calor, el calor de la hornalla, del calefactor. Hay mucha carencia económica.

Nosotros en el 2015, recorrimos con la campaña de Ana Metrángolo donde era parte de la lista y tenía una referencia, pero ahora volver cuatro años después y encontrarse con una realidad totalmente diferente da mucha pobreza, hay mucho abandono social, mucho oportunismo político.  Alguna fuerza política que aprovecha la vulnerabilidad de la gente para negociar el voto.

  • Podemos volver al tema de que la gente le falta calor de la hornalla. La gente pasa frío, te da mucha impotencia porque uno no tiene el recurso para dar respuesta.  Hay gente que a la pobreza la resuelve muy bien, eso de mirar para atrás y de superarse, pero hay gente que no. Se llena de resentimiento de odio y aparece aquel que necesita una sustancia para borrar el infierno que vive, olvidar el momento.

Aparece el niño que está con hastío de vivir con hambre y van y robar. Es un futuro incierto para ellos cuando el Estado está ausente en los momentos críticos y no de acompañarlos en busca de oportunidades o de capacitarlos.

Me llama la atención las iglesias que están muy ausentes, esto de la prédica del amor y en la práctica no se da.

  • ¿Le gusta leer? Soy un gran lector de la biblia, no de una cuestión mística sino que los hombres y mujeres que lo escribieron te dejan un mensaje claro. Después he leído a Antoine de Saint-Exupéry, el autor de El Principito, pasa el tiempo y necesito leerlo, tiene un mensaje tan sencillo y profundo a la vez.

También me gusta mucho Sábato, María García Vásquez y de su capacidad literaria de decirte tantas cosas.

Acerca de Redacción

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2 comentarios

  1. Conocí a esta persona, en un momento difícil, de una familia, muy cara a mis sentimientos, lo ví trabajar, en la enfermedad terminal, de hija y madre después, y ví a un profesional con todas las letras, es así como el dice, si haces algo, tenés q ser el mejor, no solo decirlo, sino en todos sus actos, excelente profesional y mejor persona, te felicito de corazón

  2. Fernanda González

    Excelente persona, compañero de Facultad y el único amigo que se me acercó para ayudarme en tiempos tan difíciles para mí como lo fue estudiar con todo el esfuerzo del mundo. Gracias, por estar presente y brindarme un apoyo.

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