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RÍO TERCERO/ ASAMBLEA PERMANENTE DE DERECHOS HUMANOS (APDH)/ La institución que tiene su delegación en la ciudad de Río Tercero advierte sobre el estado de los geriátricos, como la situación de los empleados en “negro” y fundamentalmente sobre la alimentación que en esos establecimientos se le brindan a los abuelos. Desde la institución APDH realizaron las denuncias en los organismos correspondientes.
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Rosa Lucía Pobor (61), Secretaria Regional de APDH Río Tercero, consultada por el OJOWEB sobre la situación de los establecimientos comenta: “Con APDH realizamos dos denuncias, una en el 2018 y otra en el corriente año. Nos preocupa el derecho de los ancianos”.
Según la funcionaria de APDH, con la ordenanza resuelta por los concejales en el 2018, se intimó a todos los geriátricos a normalizar su situación sobre la ordenanza vigente. El control de salud sobre el estado y funcionamiento de estos centros de salud está a cargo de Rugepresa (Provincia). En tanto, el Municipio es el encargado de iniciar las actividades con la inscripción pero el control de funcionamiento es responsabilidad, fundamentalmente de Rugepresa dependiente del Ministerio de Salud provincial.
El Registro de Unidades de Gestión de Prestaciones de Salud (R.U.Ge.Pre.Sa.) fue creado por Resolución del Ministerio de Salud de la Provincia Nº 28/00 y Decreto del Poder Ejecutivo Provincial Nº 78/00. Su ámbito de aplicación es la provincia de Córdoba.
Objetivos generales:
- Realizar el monitoreo funcional del sistema
- Verificar la viabilidad de su funcionamiento
- Evaluar la calidad de la prestación
- Analizar indicadores sanitarios
- Reglamentar el funcionamiento de empresas de salud que gerencien, gestionen, organicen y asesoren actividades inherentes a la cobertura y la prestación de servicios de salud en el ámbito de la Provincia de Córdoba.
En tanto, Rosa Pobor explica: “Tenemos un caudal de denuncias por empleados de distintos geriátricos, principalmente por estar en negro, ya que son en su mayoría mujeres. Además, porque se advierte de la relación de la cantidad de empleados por la cantidad de internos en forma excesiva “.
“No se cumplen los protocolos de revisación médica, como establece Pami”.
Según Rosa Pobor: “luego de la denuncia del 2018, vinieron los de Rugepresa y encontraron un solo geriátrico en orden, al resto le impusieron una multa y brindaron un plazo para complementar ciertos requisitos”.
Por último, Pobor cuenta: “Este año volvieron hacer denuncias, llamamos por teléfono y enviamos un mail. Nos contestaron que no tienen personal para hacer la supervisión. Sobre los geriátricos clandestinos debemos decir que funcionan en casas de familia y no están registrados ni en el Municipio ni en la Provincia”.
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