En virtud a las recientes declaraciones del Senador Caserio que son de público conocimiento y que generaron indignación en la mayoría de la población, atrevo a decir que sin distinción de color político (salvo claro familiares y compañeros de la política), escribo estas líneas para manifestar lo siguiente:
La población siempre acompañó y puso lo que debía poner en momentos de crisis, trabajo, impuestos, solidaridad y todo lo que hizo falta y se solicitó desde los distintos gobiernos.
Sí, fuimos gobernados por distintos arcos políticos. Sin importar el tiempo que hayan estado en el poder cada uno de ellos en vez de prosperar en un país donde existen recursos naturales diversos y también talento humano, me preguntó:
¿cómo podemos encontrarnos en pleno siglo XXI con más de un 40% de la población pobre?
¿Es posible que en un país no funcione la derecha, ni la izquierda, ni las centro derecha ni las centro izquierda?
¿Es lógico encontrar en 30 años a los mismos políticos siempre en distintos cargos, y aún más en distintos partidos?
¿Cuántos de la clase política están dentro del 40% pobre del país?
¿Cuántos estaban antes de ser políticos y cómo están ahora? ¿Y sus familiares, amigos y allegados?
Por favor, basta de tomarnos de estúpidos, la verdad es que hay que refundar el país desde la clase política, funcionarios, legisladores, justicia, sindicatos, etcétera.
Debemos arrancar de cero con una sola condición: que la gente que ocupe cargos tenga valores, y sobre todo vergüenza y si pueden algo de dignididad para no hacer los papelones en público que hace este señor Caserio queriendo justificar los privilegios que goza y que no está dispuesto a sacrificar para ayudar a los pobres que dice defender. Pero sí, nos sigue pidiendo que lo hagamos quienes siempre lo hicimos.
¡Ojo! Caserio es solo un nombre, todos piensan igual. Lo que le pasa al país es que la solución está en manos del problema, de la política toda.
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