En abril de este año la figura política de José María López, creció vertiginosamente de la mano principalmente del partido justicialista, que estaba ávido de sentirse representado, más el aporte de vecinos independientes que no se sentían identificados ni por el radicalismo ni por el peironismo. Finalmente López logró más de 8 mil votos en las elecciones municipales y por ende la asunción de dos concejales de la mano del espacio político de Hacemos Por Córdoba.
En tan solo seis meses, la figura de José María López creció vertiginosamente. Las primeras encuestas de su imagen llevaban una curva ascendente. Pero, más allá de la efímera fama que el empresario gozó, muchos sectores políticos empezaron a mostrar su disconformidad por su “poca lealtad a los suyos y a extraños”.
“El espacio que lo vio nacer y lo surgió, Pecho le dio la espalda a la primera situación”, exclama un alto político provincial. Esta lógica tiene un sentido para el espacio de Schiaretti que esperaba un apoyo explícito de López en la boleta corta, algo que nunca sucedió.
Volviendo la historia unos días atrás, en las últimas elecciones nacionales, el gobernador Schiaretti y sus funcionarios intentaban difundir la boleta corta, para ello en plena campaña electoral el número uno de la lista a Diputados de Hacemos Por Córdoba; Carlos Gutiérrez, visitó la ciudad de Río Tercero, sin el acompañamiento ni el apoyo de en ese entonces del principal referente de Hacemos Por Córdoba en la ciudad: José María López.
Claro, que en principio el mal humor político de López, demostrado en audios con acusaciones con insultos a funcionarios provinciales sobre el poco apoyo de la Provincia en la campaña municipal y sobre la gran piedra de zapato que López nunca digerió: el apoyo explícito del Gobernador con el actual Intendente Martino y viceversa.
En conclusión, López no solo no apoyó a la boleta corta de Hacemos Por Córdoba sino que en el presente integra la mesa chica de decisión del espacio de Carlos Alberto Caserio, próximo Ministro de Transporte de la Nación que apoyó la candidatura de Fernández-Fernández y uno de los hombres fuertes del PJ provincial que pegó el portazo en la alianza Hacemos Por Córdoba.
También, en esta trama de un minuto de fama de López hay que decir que nunca el empresario se mostró conforme con el partido justicialista, ni con el sector kirchnerista, menos con su enemigo político Luciano Badino.
Tuvo exabruptos políticos contra la mayoría de sus contrincantes en la carrera a intendente, algo que mechó en la opinión pública sobre la falta de valores políticos y de su vocabulario machista, homofóbico, violento y con un gran sentido empresarial de usar las conexiones a altos niveles, en pos de seguir vendiendo sus máquinas viales y tractores a los estados provinciales y nacionales.
Finalmente López, manifiesta que sus votos obtenidos en Río Tercero son por su figura, pero lo que no sabe el político que el principal capital político de un hombre es la palabra empeñada a sus votantes, algo que hasta ahora el empresario nunca respetó.
La verdad oculta es que dejó el espacio de Hacemos Por Córdoba en Río Tercero. Nadie lo dice pero su entorno ya lo señalan como el referente en la ciudad de Alberto Fernández.