NOTA DE OPINIÓN/ Todos hablamos de cuidar el ambiente, movimientos y organizaciones en su defensa existen muchos, basta con ver los últimos sucesos relativos a la minería en Mendoza hace unos días atrás.
Es evidente que mientras más ajenos somos a la generación del problema, es mayor nuestra participación en contra de la misma. Si somos parte del problema, ya empezamos a mirar el asunto de un modo diferente, como ha sido por ejemplo el uso de bolsas plásticas.
Así, nos encontramos luchando por salvar el planeta, cuando en realidad este ha hecho un gran trabajo en salvarse así mismo, las deficiencias por el contrario se observan en cuanto a salvar las especies que actualmente lo habitan.
La ONU cuando aprobó la agenda 2030 sobre el desarrollo sostenible, estableciendo 17 objetivos que los gobiernos deben trabajar con el fin de mejorar la vida de todos, llamados ODS, incluye entre sus 193 metas la adecuación de las políticas y los programas de gobierno para cumplir con las mismas.
Entre ellas podemos incluir el arbolado. Río Tercero tiene larga data ocupándose del tema, existe incluso la comisión de Arbolado Urbano que es vocera principal del reclamo. Con lo cual no se puede decir que nada se hace, pero pareciera que nos quedamos en los anuncios de plantar más árboles para palear los mentados 10 mil faltantes, pero también debe ir acompañado del riego posterior a las fotos o los anuncios.
Si sólo valiera sumar la cantidad de árboles plantados, el problema se diría que no existe, y por el contrario, no se ha logrado un plan sistemático que acompañe las buenas intenciones y que ponga fin al asunto.
Está gestión anunció que trabajará en el tema, incluso hasta puede realizarse la adhesión a los objetivos de desarrollo sostenible, definiendo las acciones con miras al 2030, determinándolas en el plano local con los compromisos y seguimientos correspondientes.
Por eso la problemática ambiental, en la cual los responsables somos todos o la mayoría de los vecinos de la ciudad, las acciones ante el cambio climático parecen pasar más lejos que de nuestra vereda.
Vemos con mayor claridad la paja en el ojo ajeno, que la que existe en nuestros temas locales. En definitiva, cualquier acción con la que se busca generar conciencia y también el compromiso de cada vecino en plantar y cuidar los árboles, es buena.
Ahora, sólo ellas no han sido suficientes. Ya en la conformación del Concejo Deliberante anterior, votamos una modificación a la ordenanza marco de arbolado urbano, con miras a revertir la cultura de plantar o reponer lo extraído.
Pero, el primer frentista que debe cumplir con la normativa y que es nada menos que el que pide que los demás tomen conciencia, es el propio Estado. Basta el ejemplo de ver algunas reparticiones públicas, como el propio Concejo, Secretaría de Acción Social, el mismo Palacio Municipal entre otras.
Queda esperar que el anuncio realizado por esta nueva gestión, no sea uno más como las anteriores que reclama lo que ella misma no cumple y que su trabajo no sólo sea el acta de infracción y la entrega de plantines, porque esa historia ya vimos como termina.
Muy acertada la nota.
En el 2008 los Concejales sancionaron la Ordenanza 294372008 relativa al arbolado urbano.
Pasaron 11 años y el D.E.M. no hizo lo que se le «ordenaba» desde la Ordenanza. Ni siquiera la vetó.
O sea simplemente: Todos los D.E.M. desde aquella fecha hasta ahora han estado incurriendo en «incumplimiento de los deberes de funcionario público» y nadie dice ni hace nada…
Ahora bien…cabe la pregunta…¿Cómo es que pasa esto?
1) Pasa porque no hay quien se preocupe por el tema y denuncie la falta de cumplimiento de una obligación del Ejecutivo Municipal.
2) Si hay alguien que se preocupe no sabe como cuando y ante quien denunciar.
3) Si lo sabe y denuncia, «la Justicia» no hace «justicia».
4) Vivimos en Argentina, un país muy particular donde vivimos mas o menos bien y hacemos mas o menos lo que se nos viene en gana.
Saludos Cordiales