ARGENTINA/ PARTIDO LABORALISTA/ El Partido Laborista volvió a la vida política en Córdoba el 7 de noviembre de 2017, después de haber cerrado los ojos en 1965. El Presidente del partido en Argentina es Gustavo Rossi, en tanto el sindicalista Luis Madonno es el representante en la ciudad de Río Tercero. En un comunicado a los medios de comunicación el partido laborista brindó precisiones sobre la política nacional del sector agropecuario.
“En este siglo XXI hablar de Trabajadores no es solo pensar en los Asalariados; trabajadores son también los Comerciantes y los Emprendedores PyMES. Esta fuerza productiva simboliza el 90% de la economía del país, está representada en la clase media argentina; objeto de nuestra defensa y repotenciación económica y social. Ese es nuestro espacio de representación política. Ese es Nuestro Compromiso y sector de pertenencia: los trabajadores en toda la extensión de su figura.”
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COMUNICADO
Las retenciones no pueden ser un impuesto de carácter permanente. Variables como el tipo de cambio, el precio internacional de los granos fijados por Chicago, vuelven la rentabilidad de las cosechas a valores muy fluctuantes sujetos a estos vaivenes que marcan los mercados internacionales.
Los hombres y mujeres de campo recuerdan los años ´90, cuando las retenciones no existían pero las variables mencionadas eran desfavorables, llevando a los pequeños productores a colapsar y comenzar a vender sus máquinas agrícolas, animales y rematar o mal vender sus tierras; a este flagelo lo sufrieron alrededor de 100 mil productores argentinos.
Hoy nuestro país, se encuentra bajo una crisis social y las condiciones para el agro con un tipo de cambio alto y un precio de los comoditis lógico, permiten pedirle al campo un esfuerzo impositivo para sostener un espacio muy importante de la sociedad en estado de vulnerabilidad.
Como partido Laborista queremos fijar nuestra posición:
- Las retenciones no son un buen impuesto, en un país pretende promover la producción agropecuaria y darle un valor agregado a los granos, algo que produciría mayor rentabilidad y crearía nuevas fuentes de trabajo.
- Como un impuesto provisorio, las retenciones pueden ser viables bajo un concepto de justicia social basado en la equidad contributiva.
- Existe pesados costos que deben ser ponderados a la hora de fijar una porcentualidad impositiva.
- Los costos de transporte a puerto, el origen de la producción: no es lo mismo para un productor de Jujuy, de Córdoba o de Junín. No existe una compensación por distancia.
- El costo de los combustibles pagados a cosecha: tiene una amplia brecha de precios desde el momento del consumo al momento del pago.
- El valor de los agroquímicos y demás insumos fijados en dólares y pagados a cosecha, también impactan desfavorablemente en la ecuación de costos para el productor.
Los pequeños productores deber hacer un esfuerzo en el pago por tiempo determinado de un impuesto a las exportaciones, las retenciones, pero sujeto a una segmentación de acuerdo a su grado de producción y de los costos mencionados.
Hay dos premisas que la ciudad debe conocer
- El 80% de los pequeños productores representan el 20% de la producción de granos.
- Unos 3 mil grandes latifundistas y pooles de siembra representan el 80% de la producción nacional.
Allí sentamos la lógica de pagar en forma segmentada. Para los pequeños productores, la cosecha es su forma de vida, su trabajo. Para los grandes productores, la cosecha es un negocio, una inversión que no modifica su economía familiar.
El Gobierno Nacional deberá interpretar que la verdadera justicia social no es darle al que menos tiene, sino diagramar las contribuciones de acuerdo a lo que se tiene y se produce.
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