Por Florencia Da Souza/ MENDOZA/ Los atardeceres se imponen en el verano. Actividad enoturística que deleita con una propuesta integral: vinos, paisajes naturales y más.
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Los sunsets de bodegas son un clásico. Con el inicio de la primavera en Mendoza, empiezan a asomar estos programas que forman parte de las actividades enoturísticas de las bodegas locales, tal como lo hizo Guarda 14. Lo interesante, para turistas y mendocinos, es que muchas casas vitivinícolas deciden extenderlos durante todo el verano.
La cantidad de personas que visitan la provincia durante los meses más cálidos, las altas temperaturas que invitan a buscar alternativas al aire libre y el comienzo de año son motivos perfectos para que los atardeceres entre viñedos se conviertan en un must para disfrutar y deleitarse con buenos vinos y paisajes naturales de montaña y viñedos, junto a una propuesta gastronómica y artística que siempre gusta.
Los sunsets de bodegas son un clásico. Con el inicio de la primavera en Mendoza, empiezan a asomar estos programas que forman parte de las actividades enoturísticas de las bodegas locales, tal como lo hizo Guarda 14. Lo interesante, para turistas y mendocinos, es que muchas casas vitivinícolas deciden extenderlos durante todo el verano.
La cantidad de personas que visitan la provincia de Mendoza durante los meses más cálidos, las altas temperaturas que invitan a buscar alternativas al aire libre y el comienzo de año son motivos perfectos para que los atardeceres entre viñedos se conviertan en un must para disfrutar y deleitarse con buenos vinos y paisajes naturales de montaña y viñedos, junto a una propuesta gastronómica y artística que siempre gusta.
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