RÍO TERCERO/ PANDEMIA DEL CORONAVIRUS/ AGENCIA DE NOTICIAS TÉLAM/La primera oficial mujer de la Infantería de Marina dirige la unidad de botes que asistió a isleños. La teniente de Navío Roth, una riotercerense de 34 años de edad, hija de comerciantes, es apenas distinguible de sus hombres por su trenza rubia cuando la lancha que tripula pasa a más de 90 kilómetros por hora junto al buque multipropósito “Ciudad de Zárate” que encabeza el operativo.
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Las dos lanchas, los seis botes y los cuarenta infantes de Marina que tripulaban esas unidades durante el operativo social y sanitario que tuvo lugar el martes y miércoles pasados en las islas del Paraná son comandados por la primera oficial mujer de la Infantería de Marina, Elisa Roth.
Los alimentos cargados en el buque eran descargados a las lanchas y botes bajo su comando, y sus hombres eran los responsables de llegar con esa asistencia a la casa de cada familia isleña.
Al igual que sus subordinados, Roth rechazó la invitación para pasar la fría noche del martes a bordo del “Ciudad de Zárate” y acampó junto a los suyos en una de las islas.
Al día siguiente, Roth contó a Télam: “de chica sabía que yo quería una vida que me lleve a conocer otros lugares, y pensé en hacerme guardaparques, pero después me decidí por la Armada”.
“Hice mi primer año pensando en ser oficial naval, pero después de mi primera experiencia en un buque me di cuenta que no era para mí porque soy muy inquieta y me sentía encerrada”, recordó.
“Cuando dije que quería ser oficial de Infantería de Marina muchos me preguntaron por qué, pero es porque no disfrutan tanto como yo de salir al terreno, de acampar o de aprender a enfrentar inclemencias del tiempo o del entrenamiento físico”, agregó.
Roth dijo que “en casa la decisión no generó mucha sorpresa, papá me apoyó y en un principio mi mamá estuvo un poco angustiada hasta que entendió que todo esto me hacía feliz”.
Respecto del desafío de dirigir un grupo de hombre más grandes o con mayor experiencia, Roth afirmó que “desde que salí de la escuela y tuve mi primer mando fui consciente de que como mujer no puedo levantar el mismo peso que un hombre o tener la misma capacidad física, pero que todos teníamos que poder hacer las mismas cosas; la mochila con la que marchamos pesa 20 kilos y yo por ser mujer no voy a cargar menos”.
“Cuando llegué a mi primera unidad me dí cuenta que al principio había algunos que me miraban como bicho raro porque no era algo común, pero siempre traté a todos con respeto y nunca pedí que me traten distinto o me faciliten las cosas por ser mujer, y creo que fue eso con lo que me fui ganando el respeto de todos”, consideró.
Roth añadió: “Elegir esta carrera implica muchas otras decisiones de vida, cambiamos de destino cada dos años, o a veces tenemos comisiones en el exterior por seis meses, así que pensar en armar pareja es difícil; lo mismo con la maternidad, que te obliga a dejar tu carrera por al menos dos años y al volver es complejo reordenar los objetivos profesionales. No digo que son cosas que no quiera para mí pero por ahora no son objetivos inmediatos”.
“Mi aspiración es poder cumplir con todas mis responsabilidades de la mejor manera posible y crecer dentro de la fuerza, entiendo que por ser mujer tengo que ser ejemplo de que las mujeres podemos cumplir roles de mando y dentro de la infantería de la misma manera que cualquiera y ese también es un desafío que asumo con orgullo”, finalizó.