viernes , noviembre 22 2024
Inicio / Vida y Ocio / Wilmer Niño: un riotercerense con espíritu peruano

Wilmer Niño: un riotercerense con espíritu peruano

HISTORIAS DE VIDA/ Desde el año 94 que la pizzería Buona Pizza tiene una cara visible, conocido por su técnica pizzera, la referencia es para Wilmer Benito Niño Varón (47), nacido en el pueblo rural de Chiclayo un pueblo rural dedicado a la producción de azúcar al norte de Perú.

 

PUBLICIDAD

Zona de Chiclayo, donde la principal actividad es la producción de azúcar

 

El dueño de esta historia  de vida es para Wilmer, un extranjero que se ganó su lugar en la vida de los riotercerenses. Acobijado por la familia Pobor (propietarios de la pizzería restaurante Buona Pizza) logró demostrar a propios y extraños que el arraigo es duro de superar, pero con honradez y trabajo pudo conseguir sus objetivos de la vida.

 

PUBLICIDAD

 

Wilmer llegó a Argentina en el año 1992 a la casa de unos amigos en la ciudad de Córdoba, “luego de un mal trago que pasé en Perú al no ser aceptado en la Escuela de Suboficiales”, comenta. “Mi primer trabajo fue como albañil en la construcción del Patio Olmos, por esos tiempos pesaba unos 53 kilos”

 

  • ¿Cómo recae usted a Río Tercero? No cabía en mi mente, seguir trabajando de albañil y seguí en Córdoba trabajando en un local de una cadena de pizzería llamada Bocatto que están por todo el país. Los dueños son de Buenos Aires y en la ciudad de Córdoba tenían tres sucursales: una en la 9 de Julio y La Cañada, otra en la shopping de Duarte Quiróz  y otra en el Dinosaurio Small.

Empecé de lavacopas, era inquieto y me metí de a poco en otras áreas, mi entrada al trabajo era a las 12 e iba a las 10 para ver como hacían las pizzas, cómo se amasaba y de paso les ayudaba. Cuando faltó uno, apoveché ya que me había hecho amigo del maestro pizzero y así logré avanzar.

Fui avanzando y llegué al ramo de segundo pizzero, ahí aprendí que cada ingrediente tiene su medida justa. Actualmente en Buona Pizza medidos todo: agua, harina, aceite, todo y con eso se logra que todas las pizzas sean iguales.

 

PUBLICIDAD

 

  • ¿O sea una pizza tiene su medida justa? La idea de los dueños de Bocatto era que la pizza que comés hoy día, mañana tenés que comerla igual. Cuando llegaban los dueños, ellos te pedían una pizza chica para probarla, te podían decir ´que no les gustó´o ´te felicito´.

Te sigo contando, por esos tiempos me proponen ir a una pizzería a San Juan como pizzero, para eso me preparé en un local en el shopping Garden en Corriente e Ituzaingó. Luego de un tiempo ya estaba listo para irme.

 

______________

Pero, el destino, me ayudó. Un domingo fue al local Daniel Pobor y su esposa Mari para ver cómo fabricamos la pizza. Dani se puso a charlar conmigo para ver si podía ir a Río Tercero porque me decía en su momento que él tenía una pizzería y buscaba nuevas ideas.

_________

 

A los días, llegué a Río Tercero y justo faltó el pizzzero, así que me puse manos a la obra. Hice las masas y les pareció raro que les pidiera unas balanzas para medir los ingredientes, ya que el otro chico lo hacía “a ojo”.

Luego de esa noche, Dani y Mari me ofrecen trabajo pero mi compromiso era con Bocatto y el nuevo local en San Juan.

Coincidencia y agradezco a la vida que en la pizzería Bocatto había otro sistema de trabajo, que te suspendían los fines de semana largo y eso no me gustaba. Viendo eso a las semanas lo llamó a Daniel un 29 de junio de 1994 si todavía estaba el puesto disponible.

Tenía por ese tiempo para mudarme un grabador, una cucheta, un televisor chico, una plancha, las pilchas y nada más, también en esa época estaba de novio con mi señora.  Me vine sin decirle a nadie, desaparecí de Córdoba.

 

PUBLICIDAD

 

  • ¿En Perú tiene raíces? Tengo mis padres, que han podido venir unas siete veces. La última vez vinieron por tres meses  buscando para que se queden  y se adapten. Ambos tienen 72 años, mi papá es una persona que se adapta a todo, él fue chofer (camionero) y la idea mía era que pudiera trabajar de remisero, pero mi mamá no se acostumbra.

 

La familia peruana argentina. Wilmer y cia.

 

PUBLICIDAD

 

  • ¿ Cómo está compuesta su familia en Río Tercero? Susy mi esposa, Maxi (26), Flor (22) y Gianfranco (17). Mis hijos son argentinos.
  • En Río Tercero, hay una comunidad peruana dedicada al rubro gastronómico Sí y con muchas ganas de trabajar. Cuando llegué a Río Tercero el único peruano era yo. Después me junté con mi señora y luego llegaron amigos, amigos de los amigos de Perú.

Tengo mis primos trabajando que se han dedicado a la gastronomía, mi primo Eri que es maestro pizzero, además de mi cuñado Wladimir, también a mi hermana que hace 18 años que está en la cocina de Cactus.

Había peruanos en Stadium, que ellos habían aprendido el oficio en Buona Pizza. La mayoría de los peruanos que están en gastronomía aprendieron de nosotros y con nosotros.

 

Wilmer junto a su compañera de vida, Susy

 

PUBLICIDAD

 

«Él me habla y me trata como amigo, más como amigo como un hermano. Estoy muy contento», cuenta sobre Daniel Pobor que le brindó trabajo y confianza.

 

  • ¿Me quedé pensando lo que dijo sobre sus hermanos peruanos que llegan a la ciudad sobre que no tiene peros a la hora de trabajar? Yo no tengo problemas de horarios, me adapte rápido. Y los que lleguen de Perú su principal virtud es las ganas de trabajar.
  • Tengo que preguntarle por la familia Pobor. Gracias a Dios, ellos cumplieron conmigo. Con Daniel siempre tratamos de hablar. Él me habla y me trata como amigo, más como amigo como un hermano. Estoy muy contento.

Me enseñó a tratar a la gente, cómo salir adelante, el trabajo detrás de la barra, actualmente estoy aprendiendo las tecnología de whatshapp y Facebook. Lo principal es ser honrado, es lo primero que me enseñaron mis padres.

  • La última, ¿es peruano o argentino? Siempre me quisieron radicar como argentino, pero siempre seré peruano.

 

PUBLICIDAD

Acerca de Redacción

Check Also

El Gobierno confirmó los tres días no laborables con fines turísticos para 2025

  NACIONAL / Las fechas seleccionadas buscan reducir la estacionalidad y fomentar escapadas de fin …

El Ojo Web
error: Contenido protegido