GUAYANA FRANCESA / PANDEMIA DEL CORONAVIRUS / Es el segundo territorio con mayor cantidad de casos per cápita en el mundo. Las deficiencias sanitarias del departamento ultramarino francés y la extensa frontera con Brasil conforman un combo explosivo para la propagación de la pandemia. FOTO TAPA Y NOTA: TÉLAM.
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Las falencias sanitarias, los más de 700 kilómetros de frontera con Brasil y la falta de previsión crearon un combo epidemiológico explosivo en la Guayana Francesa, el segundo territorio con mayor cantidad de casos per cápita de coronavirus en el mundo y una región que Francia convirtió en un «desierto médico» con «un Estado que no anticipa y un acceso a la salud muy desigual», dijo el diputado local Gabriel Serville.
Hasta hoy, en el departamento de ultramar francés, único territorio en América del Sur continental que pertenece a la Unión Europea (UE), hay unos 8.500 casos sobre una población total de 290.690: esto quiere decir que cerca del 3% de sus habitantes dieron positivo, el equivalente a que en Argentina haya 1.350.000 contagiados o que en Estados Unidos haya 10 millones.
«La situación sanitaria sigue siendo muy preocupante. La epidemia de Covid-19 parece haberse estabilizado, pero el número de casos se estanca y ya no desciende», afirmó Serville, dirigente del Partido Socialista Guayanés y miembro de la Asamblea Nacional, la Cámara baja del Parlamento francés.
Ante este escenario ya se produjeron algunas protestas para exigir más recursos e inversiones sanitarias con epicentro en Cayena, la capital y ciudad que visitó el mes pasado el primer ministro galo, Jean Castex, para intentar calmar las aguas. El siguiente es un extracto de la entrevista de Serville con Télam:
¿Cómo es el acceso de la población a la salud?. Guayana es el desierto médico más grande de Francia. Estamos trabajando para que esto ya no sea así pero es un hecho: el Estado no está en la anticipación, siempre en la reacción. La gran dificultad es que el acceso a la asistencia sanitaria es muy desigual: los habitantes de los tres grandes núcleos urbanos tienen acceso a hospitales, ciertamente con falencias, pero que tienen el mérito de existir. Para el tercio de la población que vive en el interior de Guayana, la situación es mucho más complicada, y eso no es aceptable en el territorio de un país que dice estar entre los más «avanzados» como es Francia.
«Guayana es el desierto médico más grande de Francia.” Gabriel Serville
¿Cuál es la situación sanitaria real ante la Covid-19: aumentaron los casos en las últimas semanas o hubo un mejor acceso a las pruebas?.
GS: La situación sanitaria sigue siendo muy preocupante. La epidemia de Covid-19 parece haberse estabilizado, pero el número de casos se estanca y ya no desciende. Esto se debe a que la ola llegó al oeste del territorio con unos días de retraso y, por tanto, la situación sigue siendo muy preocupante.
Lo cierto es que estamos atravesando una coyuntura de factores, con una ola epidemiológica que golpeó el territorio unas semanas más tarde respecto al resto de Francia. Y cuando comenzó la epidemia, las personas simplemente no fueron examinadas. Cuando no se testea a la población, los números son bajos.
- ¿El Gobierno central en París asiste adecuadamente al territorio? Que quede claro, no digo que el Estado no haya desplegado recursos en Guayana, lo ha hecho. El problema es que, como de costumbre, lo hizo demasiado tarde. Estamos en la reacción y nunca en la anticipación.
En lugar de escuchar a los representantes electos del territorio, que conocen sus especificidades, el Estado se apoyó exclusivamente en sus representantes, transeúntes y poco conscientes de nuestras realidades. Es una pena, porque seguramente podríamos haber abordado mejor la epidemia si lo hubiéramos hecho de otra manera, y sobre todo antes.
- ¿La proximidad a Brasil, el país con mayor número de casos de la región, provocó el crecimiento de casos? Si los primeros casos fueron importados de la Francia hexagonal, la proximidad a Brasil, donde las autoridades federales adoptaron una gestión de la crisis sanitaria que casi podría calificarse de criminal, es directamente responsable de la explosión de casos que nosotros tuvimos durante el desconfinamiento.
Es muy sencillo: en pocos días el 5% de los habitantes de las ciudades limítrofes con Brasil dieron positivo por Covid-19.
Lo que es lamentable aquí de nuevo es que era predecible. Desde el 1 de febrero, mucho antes de la aparición del primer caso en Guayana, alerté al Gobierno de la urgencia de interesarse por los potenciales problemas vinculados a la frontera, un tema que ningún otro territorio francés tiene que manejar. Pero otra vez no hubo anticipación.