POR FABRICIO FAVOT / RÍO TERCERO/ FÚTBOL / El director técnico de Agrario de Corralito cuenta cómo vive la situación actual que lo mantiene alejado de la actividad deportiva.
11.30 de la mañana del miércoles. Mensaje para un tal “Pipo” Acotto, conocido por muchos en la zona. – ¿Podemos hacer una nota?, le preguntan. Si, no hay ningún problema, contesta el DT más ganador de la Liga Regional Riotercerense de Fútbol. Él, en el lugar de siempre, desde su puesto de diarios y revistas se toma el tiempo de responder cada una de las preguntas, sin apuro alguno.
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Elvio Pipo Acotto tiene 45 años y está ligado al fútbol desde los 16, edad en la que debutó en la primera división de Atlético Río Tercero, mismo tiempo en que decidió comenzar en la escuelita de barrio Monte Grande, próxima a cumplir 30 años, donde afirma que “no dejó nunca, se paraba 15-20 días por las fiestas”.
La pandemia que obligó a frenar todas las actividades deportivas se hace sentir. Y Pipo es uno de los que más lo sufre. Es un apasionado del fútbol. “Está un poco complicado. En el futbol de la Liga hace más de veinte años que estoy y en estos cinco meses sin hacer nada estoy medio desesperado. Es lo que nos toca y hay que tratar de pasar esto. Hay que cuidarse. Los chicos del barrio están muy ansiosos, hace casi treinta años que practicamos, también extrañan”, dice Pipo algo resignado, pero optimista de cara a lo que vendrá y esperando que llegue el día para retomar.
Pipo arranca muy temprano su rutina en el kiosco de diarios y revistas. Hace el reparto, ahora algo modificado por la situación actual, y desde las 16.30 ya está presente en la escuelita. Su reemplazo en el puesto es su mujer, quien se encarga de la atención en la franja horaria que Pipo le dedica al fútbol. Alrededor de las 19, retorna al kiosco y desde allí se toma la trafic para ir al club.
Así repitió su rutina durante todos los años en todos los clubes por los que pasó, rutina que se vio afectada por el coronavirus.
“Es el párate más largo que llevo en el futbol, se extraña todo”, dice Pipo, un técnico que respira fútbol. “Son cosas que a uno le gusta tanto, que terminas volviendo a las 12 de la noche y al otro día antes de las 6 volvés a arrancar. Es una rutina que no ha parado nunca y se mantiene durante todo el año. Llega fin de año y digo: voy a descansar. Mentira, después soy el primero que quiere arrancar. Soy un loco por el fútbol y me encanta”, agrega Pipo, dejando en claro la pasión por todo lo que hace.
Este es su tercer año al frente de la primera división de Agrario de Corralito y a muchos de sus jugadores los conoce desde los cinco, es por eso que hay una confianza mutua entre técnico-entrenador. Con el receso del fútbol, obligado por la pandemia, los jugadores fueron entrenando a lo largo de la cuarentena.
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“Es un grupo muy responsable. Al inicio de la pandemia los chicos estaban más entusiasmados y no paraban pensando que podríamos volver, pero hubo un parate. Ahora hay entusiasmo nuevamente y en cualquier momento se puede retomar. Hay chicos que me pidieron pelotas, conos, y elementos para entrenar en su casa. Tienen mucha conducta y es lo q lo llevo a ellos a donde han estado siempre”, cuenta.
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El fútbol regional debe esperar y Pipo es consciente que la realidad de los clubes de la zona es muy distinta a la de los equipos de la Liga Profesional.
“El protocolo del futbol profesional es muy distinto al nuestro. No vamos a pretender hacer hisopados como se planteó para los equipos profesionales, porque no se van a poder afrontar, pero cada uno tiene que ser consciente y así se puede volver, hay que estar preparado”, dice optimista.
El 5 de agosto de 2018, Agrario derrotaba 5-2 a Huracán de Tancacha en la final de vuelta, se consagraba campeón del torneo Apertura en el Alejandro Primero Mengo y cortaba una sequía de más de 20 años sin poder obtener un título oficial.
“Se lo merecían por la forma en que venían trabajando. La final con Tancacha fue muy linda, se jugó muy bien de los dos lados como la del 2019 con Vecinos. Uno tuvo suerte de tener buenos jugadores y por eso pude conseguir los campeonatos, con Ascasubi en su momento, y con Corralito después”, rememora el DT. Además, destaca que la importancia es armar, ante todo, un “grupo de buenas personas”.
A lo largo de la entrevista, Pipo destaca el cariño que siente por los dos clubes en los que más tiempo pasó en su recorrido como DT. “Corralito y Villa Ascasubi son los clubes en los cuales estuve casi 20 años entre los dos”.
Ante la consulta sobre su continuidad en Agrario, Acotto lo dejó bien claro: “Me quedaría muchísimos años porque siempre me trataron muy bien. Corralito es un club que aprecio muchísimo porque tuve la suerte de ganar en todas las categorías. Ojalá que pueda seguir estando”, cierra.
Elvio Acotto espera con ansias el regreso de la actividad deportiva, poder retomar en la escuelita de barrio Monte Grande y retornar al club con el objetivo de seguir sumando títulos a su rica historia como director técnico de la Liga.