El Ojo Web Información periodística de Río Tercero y la región
POR ROMINA CAREZZANO, CONCEJAL DE HACEMOS POR CÓRDOBA / NOTA DE OPINIÓN / En el día de hoy, en la sesión del Concejo Deliberante, con el voto del bloque de la mayoría, se decidió aumentar en un 5% el sueldo a los empleados municipales. En esa misma sesión, justificando su voto, el bloque radical, resaltó la tarea de enfermeros, médicos, personal que sigue trabajando a pesar de la pandemia.
Lamentablemente, también se realizó ataques que estuvieron en sintonía con las manifestaciones discriminatorias de la titular del SUOEM de estos últimos días, refiriéndose al día de la lealtad y a supuestos «festejos» que desconocemos.
Es una verdadera pena que con este pequeño aumento, que además solo alcanza a una parte de los empleados municipales se pretenda ocultar la realidad de los empleados municipales. Y es una verdadera pena que algunos se llenen la boca hablando de cuidar a los trabajadores, cuando tienen hace años personal trabajando totalmente en negro, y cobrando sueldos miserables.
El aumento del 5% es irrisorio, injusto y discriminatorio. Tenemos que dejar de lado la hipocresía, y empezar a discutir seriamente sobre estos temas. De nada sirve gritar a los cuatro vientos que se defiende a los trabajadores cuando en realidad estamos permitiendo que más 300 compañeros precarizados sean explotados, o cuando con la conformidad de los «representantes» de los trabajadores se les paga el aguinaldo meses más tarde de lo que dispone la ley.
Hay que dejar de lado la hipocresía, y empezar a trabajar en serio. Es una vergüenza que hoy quieran hacernos ver como una gran conquista un aumento de un 5% que solo alcanza a una pequeña proporción de los municipales dejando afuera a becarios y prestadores de servicios. Manifestamos nuestra disconformidad porque creemos que el aumento es insuficiente, oculta la realidad de la gran mayoría de municipales precarizados y es una burla lisa y llana a los derechos de los trabajadores.
No podemos avalar que se mienta, se oculte, se precarice y se agravie. Estamos convencidos de que todos los trabajadores deben tener sueldos dignos, condiciones dignas de trabajo y cobertura de salud y seguridad social. También estamos convencidos de que este no es el camino para lograrlo. Hay que reconocerlo, y dejar la hipocresía de lado. Si no, nuestras palabras no serán más que cáscaras vacías.
