RÍO TERCERO / PANDEMIA DEL CORONAVIRUS / En estos tiempos de pandemia, donde miles y miles de trabajadores de la salud que arriesgan su vida sin ser reconocidos y sabiendo que detrás de cada ambo se encuentra un ser humano que cuida no solo de terceros, también de propios. Es hora de que pongamos nombre a nuestros héroes y heroínas. FOTO TAPA: LA HEROÍNA LOURDES PICATTO.
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Este recuadro, esta fotografía, estos diez minutos de vida que detallo a continuación es sobre el trabajo de una mujer, que trabaja detrás de un mostrador en la sección de Guardia en el Hospital Provincial de Río Tercero. Su nombre es Lourdes Picatto, de 51 años y vale la pena mostrar este gran ejemplo de cómo se combate el virus; con amor, con paciencia, con educación y con mucho trabajo.
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LA HISTORIA DE 15 MINUTOS. Esta mañana la noticia me llevó al Hospital Zonal, para cubrir la llegada del Plan Nacional Detectar, mientras me anunciaba en plena Guardia del Hospital una mujer a unos dos metros de distancia, me atendía amablemente en espera para poder realizar una nota periodística al doctor Pablo Amodei, responsable del nosocomio público.
Cuando, en pleno recepción espero pacientemente a ser atendido, pude corroborar el trabajo a destajo de la empleada pública Lourdes. En esos interminables y asombrosos quince minutos vi con mis propios ojos, como una mujer atendía no solo a cada uno por la ventanilla con absoluto respeto y humanidad, sino además a cada enfermero/a Lourdes como derivaba a cada uno con absoluta rapidez.
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«Lourdes tiene el compromiso con la gente y la vida», expresó el Director del Hospital Provincial, doctor Pablo Amodei
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Además, de sonreír a sus compañeros, el buen trato hacia todos era digno de un buen trabajo y de un reconocimiento. Para poner en contexto, afuera del Hospital había una cincuenta personas esperando ser atendido para el correspondiente testeo que inició la Nación en conjunto con la Provincia.
Por último, lo más llamativo, que esa postal de la empleada Lourdes lo realiza con un ritmo al mejor estilo de una máquina en una fábrica de autopartes.
Sinceramente, mis reconocimientos a esa mujer, a esa empleada, a esa heroína que lucha en plena pandemia en el más absoluto anonimato. ¡¡¡ Felicitaciones!!!