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POR DARÍO COMBA / RÍO TERCERO DE AYER Y DE HOY / Nuestra ciudad tuvo innumerables “héroes anónimos”, ese tipo de personas que dieron sangre sudor y lágrimas en pos de “la que le tocó jugar”. Y hoy voy a hacer mención a uno de ellos, el señor (señor con mayúsculas) Zenón Higinio Cepeda. Este hombre, cuya familia vino a estas tierras, desde el norte, tuvo una vida intensa, y fue un pilar de valores absolutamente inquebrantables para Río Tercero.
Fue segundo capataz de la Estancia Media Luna, confidente de Don Modesto y Zoila, esto lo llevó también a ser Comisionado del pueblo en gestación (es decir la máxima autoridad del orden ya que no había Comisaría), fue uno de los fundadores del club 9 de Julio, también Juez de Paz.
El hombre, en sus años de autoridad como comisionado, jamás usó armas, nunca necesitó demostrar su cargo esgrimiendo siquiera un distintivo, solo su personalidad y la palabra le bastaban para inferir autoridad, y durante su vida fue dibujando anécdotas por montón, por el mismo hecho de sus cargos laborales.
Casado con una señora de apellido Lazarte fue padre de 11 hijos varones y mujeres, y como si eso fuera poco, el matrimonio tomó en adopción a 11 pequeños hermanitos más, que habían perdido a sus padres tempranamente. Y hasta colaboraba con las monjitas en salir a pedir por los campos de la zona, ayudas económicas o de cualquier índole y no para él, sino para el colegio.
Tremendamente solidario y anónimo. Su casa aún se conserva y por suerte en muy buenas manos, ya que es una de las centenarias casas de barrio Norte. Un hombre que atravesó apremios económicos en más de una oportunidad a pesar de tener muchísimas vinculaciones con gente de buena posición.
Ya para cerrar, y esto fue lo que más me impactó de lo que me contó su hijo Eduardo, hoy de 86 años y me lo dijo con los ojos llenos de lágrimas, “…cuando a mi padre le salió la jubilación, el tramitó la devolución, no la aceptó, no quería dádivas…” ( así la definió, DADIVA, a tan sólo un pequeño premio llamado jubilación después de haber trabajado toda una vida, igualito que ahora).
Don Zenón Higinio Cepeda, un GRANDE CON TODAS LAS LETRAS, a ver si los nuevos “lideres” se impregnan un poco de este tipo de conductas.
