Nos están matando

POR GABRIELA BROWWER DE KONING /  Nos siguen matando!

Todos los días leemos, escuchamos o vemos historias sobre mujeres que son violadas, golpeadas o asesinadas.

Tanto miedo, tanto dolor, tanto sufrimiento…No más !!!!! Basta!!! La tolerancia y las justificaciones a este tipo de violencia se acabó.

Hace unos meses votamos la creación del  “Programa Municipal de Prevención, Protección y Asistencia en Situación de Violencia, para las Mujeres, Género y Diversidad de Géneros”, la semana pasada adherimos al programa provincial “Punto Mujer”, sumado a todo esto la municipalidad invierte en un el equipo de profesionales excelentes para contener y sostener a las mujeres víctimas de violencia.

Pero como líderes y lideresas debemos seguir esforzándonos, más y más, para proteger a las mujeres y prevenir esta violación generalizada de los derechos humanos.

En el año 2017, en una pequeña ciudad de Italia aparece el Banco Rojo como un proyecto cultural y pacífico de prevención, información, y sensibilización contra el femicidio y desde entonces se ha replicado en un centenar de localidades de todo el país.

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Como bloque de la UCR presentamos el proyecto proponiendo la adhesión a esta campaña internacional, e inmediatamente se convirtió en el proyecto de todas y todos, porque esta causa no tiene banderías políticas.

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El banco rojo es un símbolo potente, que no solo apela a la razón sino a la parte intuitiva, a la parte psíquica del ser humano. Tiene la intención de invitarnos a reflexionar que la violencia es completamente evitable y además nos moviliza, a generar acciones que no nos permitan olvidar a las mujeres que sufrieron y que sufren violencia de género.

Porque a medida que más y más personas crean que la violencia contra las mujeres es inaceptable y evitable, a medida que más y más agresores reciban su castigo, el cambio para poner fin a la violencia contra las mujeres se hace más real.

Desearía decir que en nuestra ciudad las mujeres son tratadas con respeto, con dignidad, pero lamentablemente esto no es así. Muchas lo sufrimos, o hemos sido y somos testigos de amigas, vecinas, mujeres que no conocemos pero que acuden desesperadamente, en búsqueda de nuestra ayuda, para poder liberarse del tormento, de la pesadilla de un varón violento.

Por eso, debemos continuar por este camino diseñando todas las alternativas posibles, para erradicar completamente del ser humano el comportamiento violento.

Por Mariana Torres, por Susuna Linares y por todas las mujeres a quienes callaron, silenciaron y robaron sus sueños.

Porque estamos junto a ellas en espíritu, levantando nuestra voz y movilizando la conciencia para que una de una vez por todas, no faltemos ninguna.