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POR NADIA ATENSIA / CONCEJAL RADICAL/ Días atrás conocimos la historia de Úrsula… Úrsula tenía 18 años, hizo 18 denuncia, porque era violentada, maltratada y acosada por su ex pareja.
18 denuncias, que implicaron seguramente mucho valor (su ex pareja es policía) y solo tuvo la respuesta de una perimetral, respuesta débil y “política” como todas las posiciones de la justicia respecto de este tema.
Úrsula fue muerta a puñaladas. No solo conmueve el dramático final sino la nefasta trama de la historia y genera bronca, impotencia, angustia…
Porque ninguna víctima puede reducirse a la ecuación “Una cada 23 horas”, porque se nos pierde la historia, la familia, el amor, el dolor, los amigos y los sueños que quedan truncos en ese análisis reduccionista.
Y lo que es peor, es que naturalizamos la cifra y no exigimos a los responsables: del GOBIERNO y del PODER JUDICIAL que tomen las decisiones que tengan que tomar, para que se eliminen las conductas retrógradas, que implican relacionarnos desde un sistema de pensamiento, en donde las mujeres no tenemos derechos humanos básicos como la vida.
Me preguntaba: ¿hasta cuándo ser elegantes, respetuosas, disciplinadas, hasta cuándo?
Si nos están matando a todas… ya no importa cómo era o que pañuelo usaba, importa que es una de NOSOTRAS que pidió ayuda y el Estado y la Justicia la dejaron SOLA.
Y por Úrsula, por TODAS… JUSTICIA!
