INTERNACIONAL / FRANCIA / El expresidente de Francia Nicolás Sarkozy fue declarado culpable este lunes de los delitos de corrupción y tráfico de influencia, y condenado a tres años de prisión, lo que lo convierte en el primer ex inquilino del Elíseo en ser sentenciado a una pena de cárcel. FOTO TAPA: SARKOZY NIEGA LOS CARGOS.
El Tribunal Correccional de París precisó que dos de esos años de cárcel están exentos de cumplimiento y que el tercer año de prisión firme puede ser convertida en detención domiciliaria o vigilancia con un brazalete electrónico.
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Sarkozy, de 66 años, fue declarado culpable de intentar sobornar al magistrado Gilbert Azibert, ofreciéndole un trabajo prestigioso en Mónaco a cambio de información sobre una investigación criminal sobre su partido político. Azibert y el ex abogado de Sarkozy, Thierry Herzog, recibieron la misma sentencia. Sarkozy «sabía que lo que estaba haciendo estaba mal», dijo el juez, y agregó que sus acciones y las de Herzog habían dado al público «una muy mala imagen de la justicia».
La sentencia es un hito legal para la Francia de la posguerra. El único precedente fue el juicio del predecesor derechista de Sarkozy, Jacques Chirac, quien fue condenado a dos años de cárcel por actos de corrupción durante su período como alcalde de París. Pero el predecesor de Sarkozy en el palacio del Elíseo nunca pisó los tribunales por motivos de salud. Chirac, quien falleció el año pasado, siempre negó todos los cargos.
El caso se centró en las conversaciones entre Azibert y Herzog, que fueron grabadas por investigadores. En aquellas conversaciones Sarkozy habría afirmado que aceptó pagos ilícitos de la heredera de L’Oreal, Liliane Bettencourt, para su campaña presidencial de 2007.
La línea telefónica que pincharon era de un número secreto creado con un nombre ficticio, Paul Bismuth, a través del cual Sarkozy se comunicaba con su abogado. Sarkozy también será juzgado en un caso separado, del 17 de marzo al 15 de abril, relacionado con el llamado asunto Bygmalion. Sarkozy está acusado de haber gastado en exceso de manera fraudulenta en su fallida campaña presidencial de 2012.