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RÍO TERCERO / ESTUDIO DE SINERGIA / El nuevo Centro de Estudios Económicos, Políticos y Sociales denominado Sinergia brindó a los medios de comunicación el tercer informe sobre realidades y guarismos de diferentes actividades de la ciudad de Río Tercero.
Esta vez, Sinergia reveló en un informe que en una década Río Tercero perdió el 18% de su población joven, que migró por estudio, trabajo y en búsqueda de oportunidades. Los datos fueron realizados con datos oficiales desde el 2001 al 2010.
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El estudio indica que la ciudad de Río Tercero ha perdido entre 2001 y 2010, últimos años de los que se cuenta con datos oficiales, el 18% de su población joven.
Y estos jóvenes emigran en la mayoría de los casos en busca de oportunidades de formación y trabajo hacia grandes centros urbanos. Esta migración se observa como transitoria, ya que en general, los grandes centros no pueden retener esa población debido a diversos factores socioeconómicos, indican.
REALIDAD VERSUS CALIDAD DE VIDA
En cuanto a las expectativas, el mencionado trabajo, presenta que los jóvenes buscan en el mercado laboral, de manera mayoritaria, la realización profesional (33%), el aprendizaje o desarrollo constante (22%) y la posibilidad de una experiencia internacional (11%), lo que demuestra que los jóvenes argentinos tienen expectativas de crecimiento y desarrollo profesional y personal, a pesar de la coyuntura actual y la dificultad para alcanzar esas metas.
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En Río Tercero, esa sensación de falta de oportunidades es algo recurrente, y que a menudo ocupa largas conversaciones en los encuentros de jóvenes en nuestra ciudad y suele ser uno de los temas que más preocupación genera en los mismos.
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Para el Centro de Estudios Sinergia, una hipótesis válida, puede ser que ese 18% esté representado por jóvenes que dejan la ciudad transitoriamente para cursar estudios de grado, o buscar mejores oportunidades laborales en otras localidades; sin embargo si observamos la evolución del segmento etario siguiente, se ve que de los 6,503 jóvenes de entre 20 y 29 años que habitaban la ciudad en el 2001, el 99% sigue residiendo en año 2010, lo que invalida la hipótesis anterior, debido a que si la misma fuese correcta, se debería observar un aumento en ese rango etario producto del regreso de aquellos que emigraron de manera transitoria.
Con estos datos, se puede arribar a 2 conclusiones: la primera es que los jóvenes que están instalados en la ciudad entre los 20 y 29 años, permanecen en su gran mayoría en Río Tercero; y la otra, que quienes emigraron para ese momento, lamentablemente no regresan más.
CONCLUSIÓN FINAL
A modo de resumen puede decirse que el fenómeno de migración de jóvenes hacia centros urbanos, donde existen más oportunidades laborales, académicas y una mayor oferta cultural y social, es algo natural, y que según se observa en la evolución de la composición poblacional del departamento capital, es un fenómeno que tiene una importancia significativa.
Sin embargo, se observa también que es un fenómeno transitorio, en donde la gran mayoría de los jóvenes que llegan a este lugar, lo abandonan un tiempo después, cuando comienzan a enfrentarse a los problemas de la vida adulta.
Es aquí donde Río Tercero aparece como una excepción, ya que se observa el fenómeno de migración transitoria en jóvenes de entre 19 y 29 años, el cual no representa una problemática en sí misma, considerando que les permite a los jóvenes que dejan la ciudad, terminar de formarse y conseguir nuevas habilidades laborales y personales, sino que el problema reside en que cuando los jóvenes ya formados, con más experiencia y con necesidades más complejas, deciden dejar el departamento capital, no consideran a nuestra ciudad como una opción, lo que nos obliga como sociedad a revisar las políticas de retención y atracción del talento humano.
Como conclusión se puede decir que esa falta de atracción de nuestra ciudad a talentos formados y establecidos, tiene implicancias negativas para toda la sociedad, ya que este hecho esconde, en realidad, rezagos estructurales que generan pobreza, subdesarrollo y una pérdida por emigración de la población más formada, lo que a largo plazo puede generar un sistema de ciudades más envejecido y con serios problemas.