SANTA CRUZ / INTERÉS GENERAL / Los suicidas del fin del mundo de Leila Guerriero, recientemente reeditada, es una crónica estremecedora escrita con ritmo de thriller, una investigación en primera persona. En las Heras, pequeño pueblo petrolero de Santa Cruz, lo cotidiano era el golpe del viento -el viento aislado, terminante- y los suicidios.
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“La verdad es que no nació como un libro. Mi idea fue viajar a Las Heras a hacer una nota en principio para la revista Rolling Stone -de hecho, la había propuesto ahí-.
Justo, en ese momento, sucedió la crisis del 2001 y la revista me escribió cuando ya teníamos todos los planes, e incluso los pasajes sacados, para decirme que se habían quedado sin presupuesto y que no estaban autorizando viajes.
El pueblo santacruceño había surgido gracias a la construcción del ferrocarril Patagónico que fue levantado desde 1909; un hito que provocó la ocupación masiva del lugar y con el tiempo le permitió ganar cierta importancia en su momento entre las economías regionales.
Cuando lo escribí, sentí que la historia de Las Heras, lejos del particularismo, era también la historia del país en algún punto. Lo que pasaba en aquel momento era fruto del proceso de privatización de los noventa, la desocupación rondaba entre el 24 y el 28%.
Y estas olas de suicidios sucedían sin que nadie prestara la menor atención. Creo que en Las Heras quedaron expuestos los efectos del capitalismo más salvaje», expresó Guerriero, 15 años después de la publicación del libro que marcó su carrera como escritora.