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POR MARILEN FERRANTI / CULTURA / ARTE / “¿Serías capaz de nombrar a más de tres pintoras?”
¿Dónde estaban las mujeres mientras nacía y se hacía el arte? ¡Estaban pintando! Pero su rol siempre estuvo a la sombra del hombre y del sistema que acompaño a la historia.
La mujer no logró estudiar pintura oficialmente hasta 1900 que abre la escuela de Bellas Artes en París. Y aun así sus obras no podían ser libres, ya que se les prohibía pintar desnudos, solo retratos de bebes o niños es por eso que existen muchas representaciones del niño Jesús. Su estudio apuntaba a bodegones y paisajes, muchos de ellos para abanicos porque se les negaba hacerlo al aire libre.
Sin embargo, todas estas desventajas basadas en su género no le impidieron a Berthe Morisot (1841-1895) ser una de las primeras mujeres en formar parte del movimiento Impresionista. Pero estaba mal visto pintar al aire libre aun así realizó sus obras durante el día.
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Se tardó cuatro siglos en dar lugar a la mujer en el arte. Y así lo delató “Guerrilla Girls” en 1989 (colectivo artístico estadounidense formado por feministas y antirracistas) en su exposición en el MET (Museo Metropolitano de Arte). Su mensaje fue revelador “menos del 5% de los artistas de las colecciones del MET son mujeres, pero el 85% de los desnudos son femeninos”. Su objetivo fue combatir el sexismo y el racismo en el mundo del arte. Pero para 2012 el porcentaje de aquella denuncia apenas había subido al 8%.
El Museo del Prado (Madrid España) para 2016 contaba con 1.100 obras expuestas, pero solo 57 fueron realizadas por mujeres. A 2021 posee 8.100 obras, de las cuales están colección permanente 1.300; 69 son de mujeres. Lo que nos hace ver que la brecha de género no disminuye, sino que continúa discriminando hasta en los sótanos de las pinacotecas.
En 2016 el Prado dedicó su primera exposición a una mujer: Clara Peeters (1594-1657). Fue una artista flamenca considerada una de las iniciadoras de la naturaleza muerta. Tenía la particularidad de autorretratarse en los reflejos de los objetos de metal que pintaba en sus bodegones. Lo llegó a hacer 90 veces en una misma obra.
Para 2018 se inauguró “Historia de dos pintoras: Sofonisba Anguissola y Lavinia Fontana.
Sofonisba Anguissola fue una artista del renacimiento italiano que obtuvo su reconocimiento en nuestra era ya que para el siglo XVI no estaba bien visto que una mujer pintara. Tuvo éxito retratando para la corte de Felipe II pero no sirvió de nada porque no podía firmar sus trabajos ni recibir dinero. Lavinia Fontana también era italiana, marcó el estilo manierista y barroco. Abrió su propio taller y fue una maestra del retrato dándole importancia a los colores fuertes y así resaltando la ropa y joyas de sus modelos.
El punto es que en 200 años solo hubo tres exposiciones dedicadas a mujeres. La última fue en 2020 “Las invitadas”, una muestra que dio a conocer el papel de la mujer en el Arte Español. Es el Prado después del Louvre (París) el museo con la colección más rica y significante en el mundo.
Se trata de construir una sociedad más igualitaria de obras de arte. Entrar a un museo y reconocer a Lavinia Fontana de la misma manera que decimos Pablo Picasso, así las pinturas dejarán de retratar la brecha de género en colecciones permanentes.