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RÍO TERCERO / HISTORIAS / El tiempo pasa para todos, y esta historia es el reflejo de la nueva generación de jóvenes que no solo están en instituciones, además de sus crecimientos personales. El concejal de la UCR Rafael Prado (34) es hijo de Lucio Prado y Silvia Haedo y Evelyn Alcaraz (29) es empleada pública e hija de Rudy Alcaraz y Celia Gómez donde abrieron la puerta de su hogar.
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- Hoy en día tanto mamá como papá tiene que salir a trabajar… Con Evelyn elegimos que los dos trabajemos, también es una forma de realización personal de los dos. Ella me dice que le gusta trabajar, que se siente contenta, además la conocí trabajando en la Municipalidad.
Ella vive a la administración pública de una manera muy sentida, es de los tantos empleados municipales que lo sienten con gusto, ir a trabajar, cumplir, respetando los horarios y sabiendo que son servidores públicos.
Una historia de amor
El primer encuentro de miradas amorosas es relatada por el concejal Rafael Prado: «Nuestra historia nace en la campaña de Alberto Martino del 2015. Evelyn trabajaba en Registro Civil. Cuando empezó la campaña para Intendente Evelyn se ofreció a ayudar al «flaco» porque él en otro momento la había ayudado a ella.
Fue una tarde de repartida de folletos en barrio Escuela y pegamos onda. Nuestro primer momento no fue muy «blando», ella estaba sentada en la cerca de la vereda con otros chicos y les comenté en su momento que la gente no nos puede ver así sentados… A la noche recibí un mensaje de que hacíamos mañana y lo graciosos que ella tenía en su estado de Whatshapp la cara de ella con un perro. Luego nos fuimos conociendo y todo se dio bastante rápido. Nos casamos, tenemos dos hijas y estamos de a poco remodelando la casa».
- Usted tiene horarios discontinuos y su esposa trabaja por la mañana, ¿cómo se acomodan? Tenemos pasiones en común que tiene que ver con la función pública, porque más allá que uno tenga cargo político y ella administrativo charlamos de todo.
A ella le gusta ayudar, ella es una servidora pública, como los tantos empleados municipales que hay y tienen la vocación de servir y creo que ella lo demuestra en su trabajo. Ella es una compañera muy fiel, muy leal y eso para mí vale oro y es una de las cosas que me enamoraron.
Tenemos a Ana que nos ayuda con las chicas cuando vamos a trabajar y por la tarde normalmente estoy con mucha actividad del trabajo, entonces ella por lo general se divide el tiempo en estar con las chicas, acompañarlas, criarlas y yo cada vez que puedo aprovecho esos momentos que tengo para disfrutarlas a las tres.
- No todo amor en una pareja, existe también ataques mediáticos, principalmente en las redes. La política es muy injusta con la familia y son quienes terminan sufriendo nuestra profesión, una profesión que para mí es hermosa y que pienso que nosotros tenemos que brindarnos al ciento por ciento.
Por eso por ahí uno dice que es injusto que se ataca personalmente y sufre la familia. Vos podés estar en desacuerdo con decisiones políticas o de gobierno, pero ahí se llega… cuando nos metemos en cuestiones personales es cuando se empieza a dañar el tejido social que tenemos como comunidad.
«Además, nosotros estamos de paso, todo nos va a volver a encontrar en otra realidad, como vecinos. Hay que seguir conviviendo y Río Tercero es mucho más grande que un funcionario, por eso hay que tener un respeto sobre la familia, y no solamente en la de uno sino también en la del otro».
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- Los que conocemos su trayectoria política, siempre rescatamos la base familiar como es el de sus padres Lucio Prado y Silvia Haedo. Es un recorrido de orgullo decir que mi viejo puede caminar por cualquier calle de la ciudad, sentarse en cualquier mesa de bar y lo respetan.
No solamente por todo su trabajo político sino por su decencia y honestidad, entonces para mí como hijo esa huella que me deja es un enorme legado que todos los días trato de honrar y el día de mañana, cuando sea más grande, mis hijas puedan decir lo mismo.
Y ni hablar de lo que dejó mi madre, una docente de esas que amaban enseñar y su trabajo no terminaba cuando sonaba el timbre, que acompañaba a algunos alumnos que a lo mejor no la estaban pasando bien, una vocación que tenía por la educación. Son valores que no hay que perderlos. A mí me los inculcaron y espero trasmitírselo a mis hijas.
- Rafael Prado, secretario de Gobierno, concejal, presidente del bloque, ¿y?… Te sería deshonesto decirte que no tengo aspiraciones. Un ciudadano que milita en política que no tenga aspiraciones no lo conozco.
Yo las tengo, pero pienso mucho más en liderazgos grupales que individuales, por eso considero que el consenso y el diálogo van a ser un pilar en la construcción política del futuro y que tenemos que dejar de lado los individualismos y que han llevado a la realidad del país actualmente.