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NACIONAL / CORRIENTES / INCENDIOS / La tarea de los brigadistas del SNMF y la llegada de las lluvias aplacó los incendios. De todas maneras, hay alerta por nuevos focos en la zona de Iberá.
Después de la intensa tarea de los brigadistas y las lluvias que ayudaron a aplacar los incendios, en el Parque Nacional Iberá, que tiene casi la mitad de su territorio hecho cenizas, la vida comenzó a brotar, los animales regresan a su ambiente y lentamente la vegetación florece.
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Las consecuencias forestales, económicas, sociales generadas por el casi millón de hectáreas arrasadas por el fuego, encendieron las alarmas de los funcionarios y de la comunidad en su conjunto con la mirada puesta en el cambio climático y los problemas ambientales, cuyos efectos obligan ya a no retrasar medidas para afrontar el problema.
Los miles de animales, entre carpinchos, yacarés y ciervos, que sobreviven escapando para salvar sus vidas en búsqueda de comida y agua son rescatados y trasladados a lugares con nichos ecológicos que no sufrieron daños para su recuperación, con la intervención de la Brigada de Control Ambiental (BCA), del Ministerio de Ambiente.
“Hay un eje muy importante que es el trabajo en conjunto con el Conicet que nos está permitiendo obtener números, pero estos van a ir variando en el tiempo porque es un trabajo que aún no está terminado. Lamentablemente, todavía no terminó la afectación del incendio y por ende en la fauna”, comentó Beatriz Domingorena, Secretaria de Política Ambiental en Recursos Naturales de la Nación.
En la última semana, se pudo observar como la flora resurgió en los esteros. “Nuestros ecosistemas tienen de por sí una capacidad propia de resiliencia. Pero todos, incluido el Estado Nacional, que destinó una enorme cantidad de fondos, entendemos que tenemos que ayudar a su reconstrucción”, aseguró esperanzada y comprometida la secretaria.
De todos modos, el proceso no solo es lento, sino que presenta los riesgos de que se activen nuevos focos, como ocurre en estos momentos. Los esteros del Riachuelo son escenario de un foco activo. Asimismo, otro foco ígneo se desató en cercanías de la laguna Luna, en inmediaciones de los Esteros del Iberá.
En ese marco, el viernes pasado se transmitió en vivo a través del canal de Youtube del Ministerio de Ambiente el primer Foro Federal de Bienestar Animal, un espacio pensado como un intercambio amplio y plural que busca fomentar el diálogo con referentes de la sociedad civil para construir e impulsar normativas y políticas públicas que protejan y mejoren las condiciones de vida de los animales.
Domingorena afirmó que el encuentro estuvo marcado por «mucha juventud» y «mucha crítica constructiva, que alimenta. No solo los argentinos tenemos que cambiar el paradigma sino el planeta entero en virtud de la incidencia que tiene el cambio climático».
El próximo 18 de marzo se realizará una segunda edición del Foro y se espera que la firma del documento final sea de forma presencial, esta vez con la participación del ministro de Ambiente, Juan Cabandie.
La secretaria, que entró en actividades este verano y conoció a sus compañeros en Corrientes, aseguró: “Lo primero que solicité desde la Secretaría fue que todos los directores fueran al territorio y no que mandaran a los técnicos. La directora de Biodiversidad, la directora del Agua y la directora del Territorio continúan en el lugar”.
Y añadió sobre la importancia de estar en contacto con las zonas afectadas: “Se perdieron puestos de trabajo, el ecosistema, animales, se ha perdido la vida, nuestra fauna. Es absolutamente triste. Yo vi como los vecinos se acercaron a ofrecernos su ayuda. Teníamos que estar ahí trabajando y generando redes”.