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CÓRDOBA / Había sufrido graves heridas tras caer siete metros mientras huía del ataque de una patota. Luego de casi tres semanas de internación en el Hospital de Urgencias, el miércoles regresó a su hogar en Talleres Este.
Las perspectivas para Ezequiel no eran buenas tras aquella fatídica madrugada del 9 de abril, cuando huyendo del ataque de una patota en el barrio Nueva Córdoba, saltó al túnel de Plaza España y sufrió graves traumatismos de cráneo y tórax, pero luego de permanecer casi tres semanas internado en el Hospital de Urgencias, los médicos le dieron el alta el miércoles, tras una recuperación a la que califican de milagrosa.
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El joven fue trasladado en la jornada de ayer a su domicilio en barrio Talleres Este, donde fue recibido por familiares y amigos en medio de muestras de cariño y emoción, por su pronta mejoría. Cabe recordar que en un momento se temió por su vida, ya que sufrió heridas muy importantes en la caída, que obligaron a internarlo en terapia intensiva de ese nosocomio.
Los facultativos debieron someterlo a una operación (craneoctomía descompresiva) para salvarle la vida, ya que, entre otras heridas, presentaba un importante traumatismo de cráneo que complicaba su cuadro general. Luego de estar conectado a un respirador artificial, comenzó a evolucionar favorablemente.
Días atrás, Ezequiel ya había comenzado a hablar y aseguró que «gracias a Dios» la podía contar, al tiempo que mostró su preocupación por lo que sucede en la noche de Córdoba. «Está normalizado llevar un arma o pegarle a alguien por ser diferente», es una ciudad que «no tiene límites». En esa dirección, señaló que vive con «angustia» el hecho de que «hoy en día no puedas salir con tus amigos por temor a que te miren mal o por el simple hecho que te quieran pegar».
La investigación del hecho está a cargo de la Fiscalía de Distrito 1 Turno 6 y tiene por momento 7 imputados y 1 detenido, mientras sigue adelante con el análisis de videos y testimonios.
Carlos Nayi, abogado querellante, afirmó que aspiran a que se identifiquen a la totalidad de los participantes en la agresión. Ya que entienden que hay otros tres involucrados. El letrado representante de la familia de Ezequiel, expresó que se trata de «un grupo patotero» conocido en Nueva Córdoba que combinan sus acciones violentas con el consumo excesivo de alcohol»
En ese contexto es que el adolescente procuró «interceder para que dejaran de agredir a un amigo dentro del boliche. Ya afuera, el grupo de violentos aprovechó su superioridad numérica y física para atacar a una persona indefensa, persiguiéndola con intenciones de atentar contra su integridad», aseveró Nayi.