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RÍO TERCERO// INSTITUCIONES// Apadim es una de las instituciones educativas de la ciudad que se destaca por el compromiso que tiene con la comunidad y este año celebra su aniversario 50°.
Desde la década del ´70 un grupo de padres preocupados por la educación de sus hijos con discapacidad formaron la primera comisión de la institución, de esa forma y desde aquellos años la institución comenzó a organizarse para brindar un espacio de formación y contención de las personas con discapacidad.
Como parte de las actividades y festejos de esta Boda de Oro durante los integrantes de la comunidad educativa llevaron por las calles céntricas toda la alegría, música y colores de su murga.
Otra de las actividades propuestas es la colocación de una planta por cada año de la institución. De esta actividad participaron docentes, padres, funcionarios municipales y personas que de forma permanente están en contacto con la institución.
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En la sesión del Concejo Deliberante de ayer, el cuerpo deliberativo le entregó un reconocimiento a los directivos de la institución por el aniversario 50°.
SOBRE APADIM
APADIM Río Tercero, es una institución educativa comprometida con la comunidad y que este año cumple su 50 aniversario.
Su historia comienza cuando la Comisión Directiva, formada por padres y amigos de la ciudad, logró hacer este proyecto escolar, ya que sus hijos solo podían ser ayudados por profesionales privados que vivían en la ciudad de Córdoba y no estaban al alcance económico de la mayoría de las familias. En el año 1971, fue adscripta en DIPE y comienza su actividad el 1 de julio de 1972.
Por un mes compartió el edificio de la iglesia ubicada en la calle General Paz al 150 con el turno tarde de Bellas Artes. Luego fue trasladada al edificio de la Municipalidad cuando está se mudó al edificio nuevo, durante 6 años aproximadamente funcionó en la Calle Juan J. Magnasco 248.
Inició con cuatro grupos escolares, con alrededor de 35 a 40 alumnos desde pequeñitos hasta jóvenes. El primer acto escolar fue el del 25 de mayo de 1972.
Luego, por gestiones de la Señora Betty de Marocco, integrante de la Comisión Directiva, el Cottolengo Don Orione, propiedad de la curia, trasladó sus pacientes a Córdoba Capital quedando este edificio libre y en donde aún hoy funciona la Institución educativa, el cual es cedido junto con el terreno a Apadim en comodato por 99 años. El edificio era pequeño y con el arduo trabajo de las Comisiones Directivas que siguieron se construyeron paulatinamente aulas, salón, baños, comedor, cocina.
Que la primera Comisión Directiva tenía como Presidente y Representante Legal al Darío Rubiolo y algunos integrantes eran la Josefa de Esnaola, Jaurena, Mengo, matrimonio Giménez, matrimonio Ferreyra, Señora Sara Barbuy, Señora Wodt, Señora de Necchí, entre otros. Se sumaron la Señora de Marocco, Señora de Acuña y luego el Señor Longi y Señora Etel Giraudo.
Por la institución dejaron sus huellas: Ana Necchi (Directora), María Ignacia Rocchietti de Bianchi (Directora), Lela Madruga (Directora y Vicedirectora), Alba Robledo (Directora), María Elena Melo (Vicedirectora), Ana Diguini (Vicedirectora), Cecilia Berardo (Directora), Fátima Reinery (Vicedirectora), Fabiana Bosco (Directora actual) y Daniela Giménez (Vicedirectora actual).
Que aunque los tiempos cambian, la idea fundamental que dio origen al nacimiento de la Institución se mantienen intacta y hasta la actualidad, se continúa trabajando con niños y jóvenes con discapacidad en pos de una educación inclusiva; centrando su fortaleza en el acompañamiento de las trayectorias educativas integrales de los estudiantes, fomentando el trabajo con la diversidad para mejorar la calidad del proceso de enseñanza – aprendizaje, respondiendo a las necesidades educativas de cada sujeto y ofreciendo, de esta manera, igualdad de oportunidades para favorecer la adquisición de aprendizajes y habilidades sociales y de la vida diaria mediante la flexibilización de la enseñanza y la provisión de apoyos necesarios para guiar, asesorar y fomentar la eliminación de las barreras que impiden el desarrollo integral de la persona con discapacidad.
Actualmente, trabaja en un modelo de escuela sustentable y respetuosa con el medio, en el marco de una Educación Ambiental, impulsando acciones integrales para generar cambios positivos en la manera de pensar, de sentir y de actuar de las personas y las instituciones.
Una escuela que entiende que la educación y la participación de las niñas, niños y jóvenes en un lugar central es clave para la formación de ciudadanos críticos y comprometidos con las problemáticas ambientales.
Promoviendo estrategias de enseñanza donde los estudiantes puedan involucrarse con la realidad ambiental que los rodea, conocer acerca de sus derechos y deberes como constructores de una sociedad justa, y desarrollar una auténtica autonomía para la toma de decisiones. Entendiendo a la participación como un proceso de toma de decisiones compartido privilegiado para el desarrollo de sus estudiantes, dado que permite que desplieguen sus potencialidades como actores sociales.