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INTERNACIONAL / Está recluido en una celda individual con ducha. Acude con asiduidad al gimnasio para no perder la forma física, pero el centro ha decidido que no forme parte del equipo oficial de presos.
Dani Alves está a punto de cumplir tres meses de reclusión en la cárcel catalana de Brians II, donde cumple prisión preventiva acusado de abusar sexualmente de una joven de 23 años en una discoteca de Barcelona. De momento, su vida como recluso es relativamente tranquila en el módulo 13 del centro penitenciario inaugurado en el año 2007 en el municipio de Sant Esteve Sesrovires y que tiene capacidad para 2.048 internos.
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Aunque Alves comenzó su estancia en Brians II compartiendo celda con otro recluso brasileño, ahora duerme en una celda individual con ducha propia en un módulo de respeto, donde según señalan fuentes penitenciarias al medio Infobae España hay otros reclusos preventivos a la espera de juicio y que no son especialmente peligrosos. Ante el “fuerte impacto mediático que supone tener al futbolista, la dirección del centro con buen criterio decidió que estuviera en este módulo para garantizar su seguridad y una reclusión más tranquila”, señalan las mismas fuentes.
Su día a día es bastante rutinario, ya que todos los presos tienen un horario de comidas y de reclusión en sus celdas muy rígido. Alves suele utilizar a diario el gimnasio de la prisión para mantener su estado físico (cuando fue arrestado estaba en activo en la plantilla del Pumas mexicano) y suele ayudar a otros internos con consejos de entrenamiento.
La dirección del centro había pensado incluso que Alves se integrara en el equipo de fútbol de presos que hay en Brians, y que pudiera ejercer la figura de ‘monitor-entrenador” para facilitar su integración en la cárcel. El centro cuenta desde hace años con un equipo que suele participar en algunas competiciones y que juega partidos con otros combinados.
Pero de momento se ha descartado por la ola de agresiones que en las últimas semanas se han vivido en el centro, que motivó incluso una concentración protesta de los funcionarios el pasado 21 de marzo. Los trabajadores de la prisión se llegaron a encerrar en el despacho del director. Los representantes sindicales cifran en 1.231 las agresiones contra los funcionarios en prisiones catalanas solo en 2022, y denuncian además que faltan 600 efectivos en toda la plantilla actual.
Nueva declaración
Mientras su caso se resuelve, Alves ha pedido volver a declarar ante la jueza instructora. Lo hará el próximo lunes 17 de abril a las 10:30. El objetivo del futbolista es dar una versión definitiva de lo que ocurrió en el baño de la discoteca el pasado 30 de diciembre y conseguir la libertad provisional con las medidas cautelares que la justicia crea oportunas, algo que ya se desestimó por considerar que existía riesgo de fuga. Hay que destacar que España no tiene convenio de extradición con Brasil.
Alves ya ha dado varias versiones sobre lo sucedido. En sus primeras declaraciones públicas señaló que no conocía de nada a la víctima. Lo hizo, según fuentes de su defensa citadas por La Sexta, “para salvar su matrimonio”. Luego señaló que había coincidido con la joven durante 15 minutos en los baños de la discoteca, pero que no hubo violación. En una tercera declaración señaló que finalmente sí hubo relaciones sexuales consentidas entre ambos, asegurando que la mujer entró al baño cuando él estaba dentro y que le practicó una felación. Ahora ha pedido una nueva declaración para contar la verdad después de que su mujer haya solicitado el divorcio.
La defensa del futbolista brasileño había solicitado que un psicólogo contratado por este examine a la joven de 23 años que le denunció. Su abogado, Cristóbal Martell, había pedido además que esta exploración fuese grabada en vídeo. La petición fue rechazada por la fiscalía y la jueza. La víctima únicamente será examinada por un profesional del Instituto de Medicina Legal (IMLC).