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NACIONAL / TURISMO / Se trata de La Payunia, una Reserva Natural que presenta una de las mayores concentraciones volcánicas del mundo con todos los tipos que existen. Solo se puede conocer con guías especializados.
Mendoza es mucho más que bodegas. A lo largo de la provincia, la naturaleza dibuja paisajes y lugares que parecen de otro planeta. Es el caso de La Payunia, que se encuentra a 90 kilómetros de Malargüe y es ideal para aquellos que buscan nuevas experiencias.
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Se trata de una Reserva Natural que constituye uno de los campos volcánicos de mayor densidad de la Tierra. El paisaje incluye alrededor de 800 conos volcánicos, con extensos campos de lava y cenizas que deslumbran al visitante y ponen de relieve el poder, la dinámica y variabilidad de la geología terrestre. En ella están representados todos los tipos de volcanes que existen: los conos, las calderas y los escudos.
Volcanes y superficies desérticas de colores negros, dorados y cobrizos se fusionan en un espectáculo natural único. Además, la diversidad biológica del lugar, convierte a La Payunia en una de las regiones representantes de la estepa patagónica. A esto se suman yacimientos arqueológicos, que son de interés turístico, científico y educativo.
El volcán más importante de Payunia y también el más elevado de la región, es el Payún Matrú. Tiene 3750 metros, y cuenta con una caldera volcánica de 9 kilómetros de diámetro, producto de una fuerte explosión y su posterior colapso. Es precisamente este hundimiento el que dio lugar a una laguna semipermanente que se alimenta de las nevadas.
También se destaca el Payún Liso, de 3.780 m, que contiene en su cráter un planchón de hielo en invierno y una lagunita en primavera.
Para ingresar al área protegida es obligatorio contar con Guía Habilitado, que se debe gestionar previamente. Para llegar a la reserva La Payunia, se accede por la Ruta Nacional N.º 40 primero, y luego por la Ruta Provincial N.º 186. El camino que va desde Malargüe a La Payunia está lleno de manifestaciones volcánicas. Se recomienda ir en un vehículo alto, por las características del camino y por las largas distancias.
Si bien se puede ingresar todo el año, se recomienda ir entre octubre y mayo, ya que en invierno la nieve puede impedir el acceso. El costo de la entrada es de $1.500 para el público general, y de $750 para residentes malargüinos.