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JUDICIALES / ACOSO LABORAL / HOSTIGAMIENTO E INSINUACIONES SEXUALES / La semana pasada se conoció la noticia que el Secretario del gremio de Comercio local (AGEC) José «Pepe» Orlandi fue denunciado por una empleada de la mutual OSECAC con más de veinte años de servicio por hechos de acoso laboral, hostigamiento e insinuaciones sexuales por parte del empleador Orlandi.
Según el abogado de la mujer -que es casada y con hijos-, Javier Mateo, la empleada ha sufrido repetidos casos de acoso laboral: «Es una situación bastante angustiante por la cual está pasando la persona. En el mes de mayo recibo en mi estudio jurídico a una persona con la necesidad de evacuar una consulta, una mujer de 38 años de edad, quien se mostraba bastante angustiada al momento de llegar».
Acusan a la conducción de Orlandi (Agec) por discriminación de género dentro del predio de la pileta
QUÉ PASÓ?
Siempre bajo la palabra del abogado Mateo, habla de la situación judicial: «Ella me relata una serie de situaciones que venía pasando en su lugar de trabajo, de ese relato que podemos llevar adelante surgen un montón de cuestiones y precisiones que ahora no puedo especificar, pero lo cual resumo como hostigamiento, acoso laboral e insinuaciones sexuales protagonizadas por el superior jerárquico durante el término de 10 años.
«Nosotros en una primera instancia decidimos formular la denuncia correspondiente la cual fue receptada y de manera casi inmediata se dio comunicación a la oficina de violencia y de género de la ciudad de Río Tercero, y quien de manera urgente a la recepción de esa denuncia dictaminó una prohibición de acercamiento del denunciado con mi representada, una restricción de contacto imponiéndole además de realizar un tratamiento psicológico especializado con perspectiva de género», detalla.
Cuantas personas pasan por situaciones similares y lo naturalizan con la sola finalidad de cuidar la fuente de trabajo, pero llega un punto que se torna insoportable.
No hubo una situación puntual, mi representada no lo soportó más, solo las repeticiones constantes -por diez años que está Orlandi- hicieron que un día requiera asistencia psicológica. Actualmente, se encuentra con asistencia psiquiátrica y no está en su lugar de trabajo. Hoy hay una restricción de contacto de seis meses que le prohíbe un acercamiento a ambas partes.
El gran problema que tenemos aquí es que al informar a la parte empleadora, en vez de investigar mínimamente la situación y ocuparse de la situación expuesta, se han limitado a «negar». En una de las últimas postales, incluso se han limitado a comunicarle que la empleada que denunció la situación es trasladada a la sucursal Tancacha.
¿Tuvo, apoyo de instituciones y/o personas por este hecho?
He tenido distintos contactos de personas que pasan o han pasado situaciones similares y también hemos tenido mensajes de apoyo. Yo sugiero que todas las personas no se callen, que hablen con su entorno de confianza o un profesional y no dejen vulnerar sus derechos.
