EDUCACIÓN / Las autoridades educativas de todo el país se comprometieron a garantizar calendarios escolares de al menos 190 días el año que viene. Las jurisdicciones que no alcancen la meta deberán implementar medidas de compensación.
Los ministros de educación de todo el país definieron que aquellas provincias donde no se cumpla un mínimo de 190 días de clase en 2025 deberán implementar mecanismos para recuperar el tiempo perdido. La decisión se adoptó en la última asamblea del Consejo Federal de Educación (CFE), mientras la mayoría de las jurisdicciones terminan de definir sus calendarios escolares 2025.
Todas las provincias se comprometieron a garantizar al menos 190 días de clase el año que viene. La resolución 484/24 del CFE considera como “día efectivo de clase” una jornada con un piso mínimo de 4 horas reloj de actividad pedagógica en la escuela. En caso de que no se cumpla con ese mínimo, deberán implementarse distintas “medidas de compensación” para garantizar “el cuidado de las trayectorias escolares”.
Si bien la Ley N° 25.864 de 2003 estableció un calendario escolar de al menos 180 días, desde 2011 el Consejo Federal de Educación se planteó el objetivo de alcanzar 190 días efectivos de clase. Sin embargo, lo más habitual es que esas metas se cumplan.
A principios de este año, un informe del Observatorio de Argentinos por la Educación mostró que solo 5 provincias habían planificado 190 días de clase en 2024. A ese punto de partida –los días “planificados”– hay que restarle, además, las jornadas que se hayan perdido por diferentes motivos (paros docentes, problemas de infraestructura, ausentismo o factores climáticos, entre otros). En los últimos años, es habitual que las provincias anuncien que habrá 190 días de clase, pero luego presenten calendarios escolares que prevén menos jornadas.
Argentinos por la Educación viene relevando una mejora en la planificación de 180 días de clase en los calendarios escolares provinciales. En 2024 se programaron, en promedio, 187 días de clase en el país: son 9 días más que en 2020. El panorama de cumplimiento efectivo del calendario escolar varía mucho entre las provincias. Este año, por ejemplo, el gobernador de Chubut, Ignacio Torres, celebró como un hito que su provincia tendrá más de 140 días de clase por primera cez en 25 años.
También la Coalición por la Educación viene relevando el cumplimiento de los 190 días de clase en la primaria, por medio de un reporte mensual coordinado por Horacio Moavro y Gustavo Zorzoli. Ese trabajo contempla las interrupciones y el impacto que producen diversos factores como paros de docentes y auxiliares, jornadas institucionales, problemas climáticos o feriados locales, entre otros.
Más allá del trabajo de estas organizaciones de la sociedad civil, en el país no existen datos oficiales sobre la cantidad de días efectivos de clase. Tampoco hay información pública sobre presentismo de estudiantes y docentes, ni sobre cierres escolares por problemas climáticos, edilicios o paros docentes.
La nueva resolución del Consejo Federal de Educación se propone elaborar una “estrategia federal de seguimiento del cumplimiento efectivo” de los 190 días de clase. Además, retoma una serie de posibles medidas de compensación del tiempo escolar perdido que habían acordado los ministros en 2010, cuando establecieron la meta de 190 días.
Las alternativas incluyen extender la jornada de clase, acortar o readecuar el receso invernal, ampliar el ciclo lectivo, dictar clases en días extras, reestructurar los períodos de recuperación y evaluación de diciembre y marzo, adelantar el inicio del ciclo lectivo del año posterior, usar medios tecnológicos para intensificar la enseñanza, trasladar de manera provisoria los alumnos a otras escuelas cercanas (en caso de problemas de infraestructura), o definir otras estrategias institucionales para garantizar la presencia de docentes y estudiantes.