El Ojo Web Información periodística de Río Tercero y la región
NOVEDADES / Por fortuna, no hubo que lamentar heridos. Considerada un punto de referencia para los aficionados al montañismo y las caminatas, la cueva había sido objeto de restricciones de acceso por su fragilidad.
La Cueva del Jimbo, una formación natural de hielo ubicada en Tierra del Fuego, colapsó el domingo pasado. Este atractivo turístico, conocido por su forma de túnel, había estado cerrado al público desde 2021 debido a la inestabilidad provocada por la erosión. Afortunadamente, no se registraron heridos durante el derrumbe, aunque la noticia generó una profunda conmoción entre los fueguinos.
Considerada un punto de referencia para los aficionados al montañismo y las caminatas, la cueva había sido objeto de restricciones de acceso por su fragilidad, resultado de la erosión y la presión turística. Las autoridades no ofrecieron una explicación oficial sobre las razones del colapso, pero especialistas habían advertido sobre el destino inevitable de la estructura.
La decisión de limitar el acceso turístico se basó en estudios realizados por el Centro Austral de Investigaciones Científicas, parte del Conicet, que habían señalado que el lugar estaba en “peligro de colapso”. Los informes indicaron que era común que trozos de hielo y rocas cayeran de la parte superior, lo que llevó a restringir el acceso a la caverna que había sido un atractivo para los visitantes.
Fuentes del Parque Nacional Tierra del Fuego comentaron: «La Cueva del Jimbo era un punto de referencia único, pero su estructura frágil la hacía extremadamente vulnerable. Durante años, los desprendimientos pequeños fueron un aviso de lo que finalmente ocurrió».
El colapso ocurrió en un momento en que el Servicio Meteorológico Nacional emitía alertas sobre una ola de calor en la Patagonia sur, que traía altas temperaturas para Tierra del Fuego, Chubut y Santa Cruz.
A pesar de las advertencias, en 2022, un turista brasileño perdió la vida tras un desprendimiento de hielo que le causó lesiones graves en la cabeza.
Para acceder a la cueva, los visitantes debían recorrer la senda del Cañadón de la Oveja, un trayecto de 9,09 kilómetros con un desnivel positivo de 731 metros. La ruta, considerada moderada, requería entre 3 horas y media y 4 horas para completarse.
Medios locales informaron que el colapso de la Cueva del Jimbo dejó un «vacío patrimonial natural» en la provincia más austral del país. «Es una pérdida irreparable. La cueva era un símbolo de nuestra identidad local y de la interacción respetuosa con la naturaleza», expresaron residentes a la prensa local, en medio de la viralización de videos del derrumbe.
