RÍO TERCERO/ TRABAJADOR RURAL DON «PEPE» BERGESIO/ El OJOWEB se trasladó a un campo ubicado a siete kilómetros de la ciudad de Río Tercero. El destino final era un paisaje rural, donde la figura de José “Pepe” Ángel Bergesio (60) realzaba el paisaje.
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En el casco del campo, vive José “Pepe” Ángel Bergesio junto a Mirta Cortaza (59), ambos padres de dos hijos Gisella (32) y Franco (30). El trabajador de campo arrenda 84 hectáreas a siete kilómetros de Río Tercero y además unas 46 has. En la localidad de Tancacha, que son de su suegro.
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- Era muy común ver al trabajador hacer su labor de sol a sol, ¿sigue siendo igual, más allá de las maquinarias? Cuando el campo es mixto, como el nuestro, se sigue de esa forma, nosotros arrancamos a la cinco o seis de la mañana, empezamos dentro del galpón, allí trabajamos todo lo que es carneada de cerdo.
- Aparte de trabajar la tierra, tienen animales… Tenemos cerdos, gallinas,ovejas y pollos, somos unos de los pocos que seguimos haciendo este trabajo. La tarea la hacemos mi hijo, mi señora y yo porque mi hija se fue, no tenemos empleados.
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- ¿Tienen buena producción? Sí, se produce para nosotros y para vender. Nosotros repartimos y trabajamos lo que es cerdo y chacinados, tenemos toda la sanidad de los animales pero no los tenemos declarado para faena, lo hacemos como un servicio, con calidad, precio y envíos a domicilio. A la agricultura acá todo lo hacemos con orden y limpieza.
- Noto todo muy prolijo en su lugar de trabajo… Tratamos de ser ordenados y yo siempre digo: “si sos ordenado en la vida, todo llega”, mira tengo una persona conocida de Río Tercero, Rafael Michelena, le digo a él: “mira no me peleo con vos por respeto a la amistad con mi padre”, y él me dice: “vos sos como tu padre buena persona pero más charlatán, gente de trabajo, de no joder gente”.
- Los grandes ejemplos de los padres… Mi papá me enseñó que si quiero que me respeten, debo respetar a los demás y sobre todo a los mayores, mi papá hizo primer grado y mi mamá segundo grado, yo entre a primer grado sabiendo sumar y restar solo con seis años, tuve la suerte de ir primario y secundario al Alexis, mi mamá me lo pagó, ella con segundo grado me enseñó a sumar y restar, sabía todo el abecedario cuando entré a primer grado.
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- ¿Cómo viven la pandemia en pleno paisaje rural? Seguimos el trabajo normal, acá ni nos enteramos, sólo nos damos cuenta cuando vamos a la ciudad a hacer los mandados y hacerlo en el menor tiempo posible para no tener problemas.
Para mi a esto se le dio demasiada importancia porque es como una gripe fuerte y querés que te diga: “nos metieron preso dentro de nuestra propia casa y a los presos los largaron, no quiero hablar mucho de política”.
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- ¿Usted recuerda la época de Perón? Sí, todas las épocas y yo tengo más años de miseria encima que otra cosa. Mira para que vos tengas una idea, Gisela mi hija es contadora, cuando ella estudiaba unas zapatillas de salida duraban 2 o 3 años, con mi señora juntábamos la moneda para que a ellos cuando iban a la escuela no les faltaba nada.
Había épocas que en enero y febrero algunos carniceros amigos nos cortaban la carne y salíamos a vender en bolsita porque eran épocas malas, cereal a precio bajo, mal tiempo y los políticos.
Esto no va a cambiar nunca los políticos son unos corruptos, ellos todo el daño que pueden hacer lo hacen, a ellos no les importa el esfuerzo, quieren alimentar a todos esto vagos con planes para asegurarse de acá a 4 años.
- Le cambio la conversación, ¿usted es hincha de Boca o de River? Soy de Boca sufrí mucho con Boca, lo seguía en la llegada de Maradona en el ´81. No tuve oportunidad de ir a la Bombonera, siempre por tele y me gustaría ir a la cancha debe ser muy emocionante.
- ¿Cuáles son sus gustos personales? Y disfrutar un mate entre amigos como con Pablo (Picco) una amistad de años, yo era amigo del padre siempre hablamos y después empezó a venir él.
También recuerdo haber ido a vacacional de mi abuelo materno y me contaba lo que ellos pasaban en sus comienzos: hacer sus necesidades en un pozo ciego y demás, ellos venían de la guerra en Italia huyendo, salía un barco para América y él aprovecho para venir solo acá, anduvo por Argentina y en una parada en un hotel de Oliva conoce a mi abuela -que era menor de edad-, finalmente le escribió a su papá que había conocido una italiana acá y que no se volvía más.
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- ¿Su señora qué origen tiene? Mi abuela venía de Italia con un hermano y una hermana, esa hermana que era la mayor no quería venir a América, antes de subir al barco tomó kerosene y murió.
- ¿Muchos cuando llegaban de Italia se cambiaban el apellido porque acá no los entendían? Si pero los apellidos de ellos eran los que figuraba ahora. Me dicen en toda la zona «Pepe» Bergesio.
- Para ir terminando la nota usted me decía que trabajaba 84 hectáreas arrendadas acá y 46 y tantos en Tancacha, que sembró este año? Mitad maíz, mitad soja, por la rotación, para cuidar el suelo, porque el campo no lo voy a tener siempre, lo aprendí probando y haciendo ensayos chicos, cada vez que pude probar con fertilizantes para mejorar lo hice, y me dí cuenta que era la manera de mantener bien la tierra.
- ¿Qué tiene para decir del glifosato? No hace daño, lo hace más Atanor con sus gases, yo me hago todos los años análisis, no uso una máscara sofisticada y en todos estos años nunca tuve problemas.
Los de afuera dan manija contra el campo, es como una rivalidad, todo lo que hacen los del campo para ellos está mal y no se dan cuenta todo lo que mueve el campo porque si pasamos un año sin sembrar los quiero ver que van a comer.