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POLÍTICA / «Uno se agarra la cabeza, el sistema político parece que necesita herirse», remarcó el expresidente uruguayo.
El expresidente de Uruguay, José «Pepe» Mujica, habló sobre la agitada campaña electoral que está atravesando la Argentina y se lamentó por la «violencia del discurso» que percibió de parte de los candidatos presidenciales que se enfrentarán en las urnas el próximo 22 de octubre.
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«Llegan las noticia a mi país y uno se agarra la cabeza por la violencia del discurso, por el tono del enfrentamiento», manifestó el exmandatario uruguayo en el diálogo que mantiene todos los jueves con Gustavo Sylvestre por Radio 10 y remarcó: «No puedo creer que exista tanto odio comprimido en el medio de una campaña».
Mujica, quien se calificó a sí mismo como un «ateo confeso», reveló que «quisiera ser creyente y quisiera tener explicaciones y quisiera rogarle a la naturaleza que ayude a la Argentina, para que se encuentre a sí misma».
«No sé si es esta civilización digital, si es la cultura instantánea, parece que en lugar de querer convencer, queremos aplastar«, añadió y profundizó: «No podemos entender que las sociedades modernas son complejas y cada vez lo serán más. Y que si perdemos la bonhomía para la tolerancia, la democracia se hace imposible».
El exmandatario uruguayo explicó que «la democracia tiene una pieza angular, central, que es convivir» y resaltó: «Convivir significa coexistir lo diferente y tratar siempre de encontrar puntos medios que nos permitan salir en los temas esenciales. Eso no se logra ni con el insulto, ni con el aplastamiento, ni con el tremendismo»
Además, manifestó sobre su preocupación por cómo una crisis en Argentina puede repercutir en su país. «Sé que, por las dimensiones que tiene la Argentina, si sigue en su colapso, nos arrastra. Hay una solidaridad egoísta en mi manera de ver, porque vivo del otro lado del río, pero las aguas del río llegan», expresó.
«En este mundo, donde lo que más crece son las amenazas a la democracia y a la convivencia, la democracia no es perfecta, no puede ser perfecta porque los seres humanos somos, a la vez, buenos y malos. Tenemos sentimientos de solidaridad y cuotas de egoísmo, y en los momentos de incertidumbre, el egoísmo a veces nos gana«, continuó.
«Roguemos por la Argentina los que creen, y los que no, roguemos también, que encuentre una salida. Ojalá que esté percibiendo las cosas equivocadamente, ojalá que los argentinos puedan construir un ‘nosotros’, pero sé que estamos viviendo momentos difíciles«, concluyó.