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SINERGIA / POR RICARDO CARRANZA
Las elecciones presidenciales del último domingo dejaron mucha tela para cortar, sobre todo por lo sorprendente del resultado y por lo fallido, una vez más, de los sondeos y proyecciones publicadas en la previa de la misma.
Sin embargo, a la luz de los resultados resulta evidente que existen algunos conceptos básicos sobre los que los argentinos mostramos coincidencia de preferencias.
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Esta conclusión la podemos sacar en función del análisis de las principales propuestas de los candidatos participantes en los siguientes temas:
Defensa del peso como moneda nacional. Es interesante observar que tanto los candidatos de ambos lados de la grieta (UxP y JxC), el candidato de centro moderado (el Gobernador Schiaretti) y la candidata de la izquierda presentaron diferentes propuestas para mantener y reforzar el peso como moneda nacional mientras que solo el candidato de la libertad avanza, presentó una propuesta para eliminar el peso y realizar todas las transacciones locales en moneda extranjera.
Si sumamos las preferencias de los argentinos a favor de mantener el peso como moneda, las adhesiones dan más del 70% de los votos, por lo que se puede concluir que los argentinos (al menos en primera instancia) en su mayoría eligieron mantener el peso como su moneda, incluso con todos los problemas que la Argentina viene enfrentando en los últimos 10 años, lo que representa un principio de acuerdo básico como sociedad.
Defensa de la educación pública. Una situación similar se da en el tópico de educación, donde a excepción del candidato libertario, todos los demás propusieron
mantener la educación pública y gratuita algo que históricamente ha diferenciado a la Argentina por sobre el resto de los países de Latinoamérica y que,si bien el candidato Milei no proponía eliminarla de manera tajante, proponía un sistema de “vouchers” que tenía cierta similitud con un sistema arancelado.
Una vez más, la sociedad se mostró masivamente a favor de mantener la educación pública, con todas las correcciones y modificaciones que sean necesarias, pero
sin llegar al extremo de arancelarla o hacer un cambio drástico de sistema.
La defensa de la política monetaria. Como tercer punto podemos analizar la existencia o no de un Banco Central. Otra vez todos los candidatos a excepción de Javier Milei proponen mantener el Banco Central, haciendo modificaciones, como fueron aumentar la autonomía, limitar la posibilidad de financiar el tesoro, darle la presidencia a la oposición, etc.
En cualquier caso, el 70% de la elección de los argentinos fue mantener la posibilidad de tener una política monetaria propia, contra la propuesta de eliminarlo y
dejar la política monetaria en manos de una potencia extranjera.
Como resultado y conclusión general, podemos definir que a pesar de la situación económica y las continuas crisis que hemos enfrentado, el 70% de los argentinos no están dispuestos a romper o quebrar el sistema de una manera irreversible, inclusive a ambos lados de la grieta, lo que en una sociedad dividida y atravesada por la tan azuzada grieta representa una excepción y un gesto de madurez de la sociedad en su conjunto.
Parece, a la luz de los resultados del último domingo, que realidad los argentinos no estamos tan en desacuerdo en ciertos principios básicos como se preveía hasta el momento.
