DEPORTES/ BÁSQUETBOL. Santiago Rosso (21), 1,76 metros de altura es una de las promesas del básquetbol de 9 de Julio de Río Tercero. Una muestra del semillero del club y de un joven deportista con la humildad a flor de piel que añora su crecimiento personal, pero más desea aportar al equipo.
En una entrevista exclusiva con el OJOWEB.COM.AR con el joven deportista, Santiago cuenta sus sueños, sus miedos y su actualidad:
¿Cómo está el equipo este año? Tenemos un equipo con mucha vibra, un equipo con caras nuevas El equipo está compenetrado con el estilo de juego del entrenador Lardone. Estamos entrenando a full, en cada entrenamiento sabiendo que tal vez, no tenemos el mejor equipo pero juntos podemos llegar muy lejos.
Tienen una base del equipo anterior. Si mantuvimos la mitad de los jugadores del campeonato anterior. Yo soy jugador del club como Santiago Asum y Juan Prono, Gastón no es del club pero es parte de la familia. Martín Melo, La «mole» Gerlero que se crió acá y que volvió.
¿Cómo es el Federal? Es un torneo muy físico, muy duro. En este torneo los árbitros no te cobran una, en las jugadas te pegan te raspan, tenés que acostumbrarte a jugar a este ritmo. Aparte te encontrás con jugadores veteranos y jugadores que van al frente y quieren ganarse sus minutos. Hay que prepararse para enfrentar esas situaciones.
¿Cómo haces Santiago, siendo tan joven y con un físico no tan desarrollado? Tengo que buscarle la vuelta, me apoyo mucho en Gastón y en Lardone , preguntando de qué forma me necesita el equipo para sumar.
La defensa es mi virtud, al ser más petiso y tener piernas cortas corro toda la cancha. Tratar de defender lo que más pueda y obviamente meter de tres puntos. Si no la metés de tres es muy difícil jugar.
¿Cuál es tu eficiencia de los tres puntos? La verdad, no he tomado muchos triples en este Federal. Al principio estaba cerrado el aro, ahora se está abriendo. Es más, de los últimos cuatro que tiré aporté tres triples.
¿Cuál es tu característica de juego? Soy un jugador que busca que el equipo gane. No me importa meter puntos, lo que si me importa, al ser base es buscar las asistencia, llevar la pelota, ser un ayuda base en cualquier momento y estar preparado para meterla de tres puntos.
¿Y que te falta? Me sigue faltando crecer mentalmente, y dentro de lo físico. Mis compañeros me dan confianza y animarla a tirarla. Lo único que falta es tirarla.
Esta es una etapa visagra para poder vivir y jugar del básquet. Estoy tomando esta etapa para crecer y siempre llegar un poco más alto.
¿Cuántas horas practicás por días? Por día lo hago entre 6 y 7 horas de entrenamiento. Llego 45 minutos antes del entrenamiento y me quedo de 30 a 45 minutos después para hacer trabajos de gimnasia y de básquet para fortalecer en lo físico. Y después, fuera de la cancha, que para mi es lo más importante; cuidarse en las horas de sueño, en la alimentación y en las salidas.
¿La alimentación, en competencia es clave? Tuve que hacer un cambio rotundo, ya que arranqué con poco peso y la nutricionista me ayudó a subirlo y ahora mantenerlo, siempre ganando masa muscular. La alimentación siempre es clave a la hora de recuperarse.
Me baso en las carnes al mediodía, a la noche como huevos y verduras. Además, hago un buen desayuno y merienda para no pasar hambre. También tengo la parte proteica, también tengo recuperadores musculares, como proteínas para el cuerpo que me ayudan a descansar mejor. Gracias a mi cuñada Melina Comba, quién me prepara mi dieta.
¿Cuáles son tus fortalezas, en el juego? Primero soy un tipo que le mete. Le da para adelante, no me gusta no entrenar. Soy un deportista que se equivoca pero se levanta para seguir. Me gusta estar presente para el compañero.
¿Y tu debilidad? Tengo un problema con las pérdidas de balones, eso pasa por uno mismo. Soy medio inseguro en ese aspecto, creo que el pasar de los años y entrenar y equivocarse y seguir, me va a llevar a estar más seguro.
¿Y tu futuro? Todo lo que sea básquet, me viene bien. Ojalá se de todo para que pueda seguir jugando básquet. Si no se da, habrá que estudiar que es una de las claves. El año que viene empiezo a estudiar para tener un título bajo la mesa.
Con 21, tengo muchos minutos de juego, promedio 15/16 minutos de juego. Chicos en otros equipos no tienen esa cantidad de minutos.
¿Cuál es tu espejo? Juan Prono, es un jugador muy intenso, que le mete y le mete y es mi ejemplo a seguir. En lo que es cabeza Gastón Luchino es el jugador más inteligente que hay. Tiene una visión y a la hora de jugar: es único.
¿Lardone es defensivo? Si absolutamente. Para el entrenador de la defena sale el ataque. Es clave, trabajamos de atrás para adelante. Nosotros jugamos pensando en una buena defensa, porque si en el ataque vos errás no pasa nada, en la defensa es la clave.
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