RÍO TERCERO/ DEBATE CENTRAL EN LOS TRIBUNALES DE RÍO TERCERO/ En la Cámara del Crimen, en los Tribunales de Río Tercero se llevó a cabo el juicio a los hermanos Barroso por la muerte de Miguel Aguirre. Tanto la Fiscalía a cargo de Gustavo Martin como el abogado Carlos Pajtman defensor de los acusados Enzo y Pablo Barroso promovieron como eje central el consumo de alcohol en la causa.
Un dato excluyente, contado por el Fiscal Gustavo Martin sobre la pelea entre los hermanos Barroso y Miguel Aguirre de cómo se originó y basada por cuestiones mínimas e insignificantes, como un robo de un vaso de fernet o de hielo.
En la fría letra de los expedientes, cuesta creer que por tan mínimo detalle se origine una tragedia. Ayer, en los Tribunales de Río Tercero, el Fiscal de Cámara, Gustavo Martin abrió el debate sobre el consumo de alcohol y sus consecuencias. Para Martin, testigo fiel de las declaraciones de Enzo y Pablo Barroso cuenta que la causa de la reyerta en el balneario cambia la perspectiva con el consumo de alcohol.
“Es una situación que no sólo estamos soportando los riotercerenses sino a nivel nacional sobre las conductas de los chicos, en pos de hacer previas, after con la ingesta de alcohol. Este tema surgió en el debate. Además, se terminó de conformar una pelea entre grupos, que a su vez habría sido otros motivos como celos de una novia de los jóvenes”, relata en el recinto.
Reyertas=grescas=peleas
Para Gustavo Martin, en el ámbito de esta reyerta Enzo Barroso tiró una botella vacía, con el mal tino que Miguel Aguirre lo recibió en la cabeza, produciendo lesiones muy graves, posteriormente ocasionaron la muerte, de este modo no había una voluntad homicida, sino que era producto de esta reyerta. “Esta estupidez, que si estoy enojado contigo te pego, te saco del medio”, relata Martin.
Lo que se acreditó es que no estuvieron voluntad de parte de los dos imputados matar. De hecho uno de ellos (Pablo) resultó absuelto del homicidio y condenado por lesiones leves realizadas a otra persona.
En el caso de Enzo Barroso (22) quién fue el que arrojó la botella lo hizo con la intención de vencer en esta reyerta y se produjo lo que se llama homicidio preterintencional. Es lo que se denomina que ni la voluntad ni el medio empleado son razonablemente mortales, pero con una circunstancia particular por un golpe en la cabeza, puede producir la muerte, como el caso de Miguel Aguirre (18).
Finalmente, el Fiscal concluye: “Nos tiene que preocupar como sociedad el consumo de alcohol. Se está tornando una constante y lo más triste es que estamos naturalizando el consumo del alcohol y el exceso. En esta enfermedad social que estamos padeciendo”.
«En alegato del juicio de ayer dijimos que hemos naturalizado estas cuestiones y que el papá de uno de los chicos (que resultó con lesiones en la gresca), declaró no promover la acción penal. O sea no nos preocupa que nuestro hijo esté lesionado, porque ha sido leve, pero después sí lloramos la muerte cuando nos atacan. Como sociedad debemos replantear la forma cómo nos estamos parando ante esta situación.”