OLIVA/ DENUNCIA POR DISCRIMINACIÓN A LA JEFATURA DE LA DEPARTAMENTAL TERCERO ARRIBA/ La sargento ayudante retirada, Blanca Elizabeth Rincón de 53 años denunció el hecho ante el Tribunal de Conducta Policial. La agente oriunda de la localidad de Oliva denunció discriminación y un forzoso pase a retiro desde la Jefatura departamental Tercero Arriba.
La denunciante hizo la denuncia la realizó ante el Tribunal de Conducta Policial, además envió un escrito al diario colega del Diario de Villa María, en la misma la denciante detalla una ntrevista entre la oficial y el comisario mayor Humberto Mollo, a cargo de la Unidad Regional Departamental Tercero Arriba.
“Formulé mi denuncia ante el Tribunal de Conducta Policial y Penitenciario. ¿Será este otro caso de abuso de autoridad, un daño moral y económico, o habrá sido otra su intención? De no haber sido como lo cuento, créanme, no lo haría público” remarcó Rincón en su carta al matutino.
Comunicado al Diario de Villa María
«Con fecha 23 de julio del corriente año, a las 11, pude entrevistarme con el director de la Departamental Tercero Arriba de la Policía, comisario mayor Humberto Mollo, quien en su despacho y en presencia de la oficial principal me recibió.
El motivo de mi presencia ante dicha autoridad se debía a que con fecha 4 de enero del corriente año, en horas de la mañana, me comentan que me habrían pasado a retiro. Mejor dicho, a retiro obligatorio, por lo que a través de algunos contactos logré la entrevista con dicho jefe», expresa en primer término la oficial Rincón.
‘Vos sacaste carpeta médica cuando te mandé a Corralito’.
«Le solicité al jefe departamental que me dijera el o los motivos por los cuales me había pasado él a retiro. La respuesta que recibí fue: ‘Vos sacaste carpeta médica’. Grande fue mi sorpresa porque yo imaginaba que los motivos habían sido por algún problema con la Justicia (no los tengo) o por algún mal desempeño laboral (operativo o administrativo), insistí e insistí en preguntar el motivo porque no podía creer ni entender que el jefe, la máxima autoridad de la Departamental, me diera tan infantil respuesta y obtuve siempre la misma contestación: ‘Vos sacaste carpeta médica cuando te mandé a Corralito’».
Ante mi asombro, porque no podía entender, le consulté si él podía decirme los motivos por los cuales había ordenado mi adscripción por segunda vez en el año, de 90 días cada una, a la Comisaría de Corralito, también dependiente de su jurisdicción y distante a mi domicilio en 110 kilómetros aproximadamente, y ahí estuvo su respuesta, manifestada de manera irónica: ‘Porque eras la única que tenía para mandar’.
Ante esto atiné a responder: ‘Jefe, usted no me dirá que en toda la Departamental Tercero Arriba no hay otro suboficial con mayor o igual jerarquía que yo para ir, usted sabe las condiciones de salud de mi madre, yo soy una mujer mayor (53 años) y no puedo estar haciendo dedo en la ruta a camiones o autos con todas las cosas que pasan, para llegar a cumplir mis funciones’.
Frente a esto, él sonrió y respondió: ‘Yo tampoco soy ni vivo en Río Tercero’. Sin poder salir de mi asombro y siempre en presencia de la oficial principal, le manifesté que siempre estuve al servicio de la gente y que desempeñé mis funciones al igual que mis colegas y traté de superarme mediante cursos de ascenso, Tecnicatura, seminarios, talleres, tuve siempre muy buenas calificaciones anuales (basta ver mi legajo), que en el único lugar donde nunca presté servicios fue en un taller mecánico o en el puesto de verificación, pero desempeñé funciones en todas las áreas de la Comisaría, donde trabajé durante 21 años y dos meses, a lo que irónica y sarcásticamente me respondió: ‘Por eso te mandé, porque eras la única, y vos sacaste carpeta y no fuiste a Corralito’.
«Usted no es médico, no puede cuestionar mi enfermedad (depresión), usted no puede ir en contra de un certificado médico»
«…me parece injusto, jefe’, y me retiré»
Ya en ese momento controlé mi respuesta y le dije: ‘Usted no es médico, no puede cuestionar mi enfermedad (depresión), usted no puede ir en contra de un certificado médico, al personal policial en cualquier jerarquía y función la ley nos ampara, tenemos deberes y derechos, y mucho menos usted debe responder sin mirarme a la cara, usted miró la televisión en toda la entrevista y me ignoró, usted sabía que yo tenía la intención de retirarme en diciembre de este año y de esa manera poder irme con los 22 años de servicio y agregar los años aportados de mi trabajo como enfermera en el Hospital, y usted me pasó a retiro sabiendo que iba a perder los años aportados ante la Caja, perjudicándome económicamente. Fue por un capricho suyo, por no ir a trabajar cuando tenía en sus manos un certificado médico que avalaba mi enfermedad, me parece injusto, jefe’, y me retiré.