RÍO TERCERO/ CUARENTENA/ ÁNIMOS CALIENTES/ PACIENCIA/ La cuarentena empezó en su octava jornada, donde más de 40 detenciones en la ciudad de Río Tercero muestran el reflejo de irresponsabilidad de aquellos que no piensan en el bien común y unos 59.960 vecinos de la ciudad acatan las órdenes del Presidente de la Nación de refugiarse en sus casas. En otro costado, las primeras líneas de defensa social empiezan a sentir el trajín que significa contener la situación.
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Este viernes 27 de marzo, se empezó a manifestar en muchos ciudadanos, principalmente por las redes, donde se emite el mayor número de opiniones, un cierto grado de cansancio. Esa sensación o percepción de cuerpos cansados se ve y se siente en todos aquellos que integran la barrera social y humana en contra del virus COVID-19 y este artículo se refiere principalmente a las fuerzas policiales, de la salud pública y privada y personal municipal de Seguridad.
La mayoría de los riotercerenses debemos seguir aportando nuestro granito de arena, en principio quedándonos en nuestras casas. También, es necesario que las broncas, los cansancios en esta estadía domiciliaria tengan un ánimo de sobre esfuerzo. Los vecinos saben que no son los únicos que se esfuerzan.
Los Gobiernos tanto, nacionales, provinciales y municipales están actuando en sintonía y con mucha responsabilidad, más allá de que hubo, hay y habrá errores mínimos, que pasan desapercibidos más cuando es muy grande el esfuerzo de la primera línea de contención. La referencia es al personal de civil municipal, a enfermeros de clínicas y del hospital a policías a empleados de farmacias de supermercados a periodistas a camionero que transporta cargas de alimentos, entre otros.
Por último, miremos hacia un costado y veremos al comerciante que no pudo abrir su negocio por días o al mecánico que no abrió su taller. Al anciano o al enfermo: que mira con reojo al Coronavirus por temor a que se entre a su cuerpo y sus probabilidades de vivir son menores que un paciente sin riesgo.
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UNA HISTORIA. FALTA DE PACIENCIA. PENSAR EN FRÍO. A continuación desde el OJOWEB remarcamos un detalle en esta historia y cómo rápidamente se pierde la paciencia, que luego pasado un tiempo uno se arrepiente de sus actos. Para marcar, en este relato, es que el empleado en cuestión trabaja en la Central de Embalse por doce horas al día, ya que la empresa funciona con guardias mínimas y por un tema de seguridad son los mismos empleados que trabajan en los turnos.
Por otro lado, el personal de Defensa Civil y Policía y de Seguridad y de Salud que están las 24 horas atentos a estos incidentes. Presten atención al horario del control por parte de las autoridades municipales y policiales. Después, reflexione y saque sus propias conclusiones.
Ánimos calientes. El episodio ocurrió alrededor de la una de la madrugada de hoy, donde personal de Defensa Civil, solicita la colaboración de personal policial debido a que en el control de un colectivo de la Central Nuclear se detecta a uno de sus ocupantes con fiebre, con una medición electrónica por parte del personal de DC, aparte el empleado de la NASA manifiesta haber viajado a Tailandia en diciembre pasado.
Ante esta situación y con la autorización del Secretario de Salud municipal se le midió la fiebre con un termómetro, dando el resultado 36.8º. Con esto se activó un protocolo donde las autoridades tomaron notas de los ocupantes del colectivo. Tras dos horas de espera en los controles, uno de ellos, un hombre de 56 años se baja del colectivo con “mal humor” y golpes hacia los policías. Inmediatamente fue arrestado por personal policial y puesta a disposición del Fiscal.
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