Nueva ordenanza de Estaciones de Servicios desnuda la falta de planificación urbana

EDITORIAL/ ORDENANZA DE ESTACIONES DE SERVICIO/ Finalmente se resolvió la nueva ordenanza que regula las nuevas instalaciones de las estaciones de servicio.

 

El proyecto de los ediles radicales, fue el que inició la apertura semanas atrás, sobre las discusiones principalmente por el apuro de resolver una inversión sobre una nueva estación de servicios de la firma Meteña, sobre todo en épocas de pandemia y la restricción de acceso a estudios técnicos, educativos, culturales y socioeconómicos.

 

Otro dato excepcional, es que la ciudad sigue sin disponer de datos estadísticos, para resolver problemas como la regulación de las estaciones de servicios o antenas celulares, por citar unos ejemplos.

En esa línea, la convierte a esta nueva normativa como atemporal y excepcional. Algo que las tres fuerzas políticas habían prometido empezar a discutir los grandes temas de forma general y no teniendo en cuenta las excepciones.

Hasta el día de hoy, los ediles no actuaron en forma a sus convicciones políticas, que hasta hace unos meses atrás habían pregonado en sus campañas electorales: zoonificación, qué ciudad queremos, ordenanza sin excepciones, para dónde crece ciudad, eran parte de sus promesas.

Es bueno, recordar la protesta del empresario y su descontento, de pretender radicar una nueva estación en barrio Parque Montegrande y luego de una seguidilla de trámites municipales para conseguir la viabilidad de la inversión y la posterior prohibición de una ordenanza municipal, que no permitía la colocación de nuevas estaciones de servicio de un lado de la avenida Savio fue la que genero la discusión final.

 

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Otra mirada, es que en plena pandemia los riotercerenses ven este tratamiento cómo desordenado y desprolijo. En los últimos días surgió otro proyecto sobre la calle José Ingenieros con una inversión anunciada de 4 millones de pesos. Puntualmente la presentación de este mega proyecto, solo buscó nublar la nueva ordenanza

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Sin perder el lineamiento crítico, estos dos proyectos que aportarían no solo mano de obra genuina, comercialización con proveedores locales, pago de tasas municipales y demás beneficios de servicios a la comunidad, sugieren un actual mapeo gris y poco claro para los inversionistas que invirtieron, que quieren invertir y los que invertirán en la ciudad de Río Tercero.

Una mirada política, es que desnuda las falencias que tiene el Estado Municipal en no disponer de reglas claras a las inversiones, siempre hablando en el tema específico sobre las estaciones de servicio. No las tuvo, no las tiene y en los próximos años no las tendrá.

Con esta nueva normativa, la ciudad volverá a depender de un Comité y del humor político de los gobernantes. Si la normativa fuera clara, abarcativa, progresista y técnicamente impecable no haría falta una firma o un aval político.

 

PALABRAS DE LOS CONCEJALES

Rafael Prado, presidente del bloque radical expresó: “En los primeros días de mayo, pretendimos regular las estaciones de gas y combustible. Regulamos la primera parte la seguridad. Además en, el art. 9 y en una parte del art. 15 se hace referencia a los lugares de localizaciones”.

Finalmente Prado se refirió a la evaluación de futuras inversiones: “se resolverá que las nuevas inversiones estarán sujetas a un Comité de evaluación de proyectos, que tienen a cargo del inicio y seguimiento de ruta. Este comité tiene la posibilidad de evaluar técnicamente la inversión. La aprobación estará sujeta al Concejo Deliberante”.

Mercedes Coquet, del Frente Todos analizó su postura: “estamos yendo al sentido inverso, sobre lo que la ciudad desea. El primer paso es el Plan Director de ciudad y definir los lineamientos generales y cualitativos de la ciudad que queremos. Luego generar ordenanzas que acompañan a este crecimiento. Es hora de un plan Director”.

Romina Carezzano sobre el apoyo al proyecto del oficialismo: “Es imprescindible regular. En todos los lugares donde haya progreso vamos a estar acompañando”.