Las imágenes en algunos casos valen más que millones de palabras. El abogado riojano, expresidente de Argentina, Carlos Saúl Menem, asumió como Senador Nacional.
Un hombre que ha sido condenado, por ser partícipe de tráfico de armas, enriquecimiento de su patrimonio, etc. sigue desempeñando cargos públicos. Pero, hay reconocer que su nuevo puesto es por el voto popular. Menem es un privilegiado de la política trabaja muy pocas horas y recibe un suculento sueldo de más de 300 mil pesos, más beneficios sociales, más viáticos más viajes en avión.
El paraguas legal que reciben algunos políticos por estar en un cargo electivo, demuestra que todavía nada a cambiado.
Más allá que fue condenado por la justicia nacional, sospechado de otros ilícitos lo más preocupante es que ese hombre no aporta ni un proyecto. Es más, en su última función como legislador nacional asistió al 50% del recinto de la Cámara.
«Juráis a al patria por Dios y estos santos evangelios desempeñar debidamente el cargo de senador que ella os ha confiado para el Congreso legislativo federal de la Nación Argentina y obrar en todo de conformidad con lo que prescribe de la Constitución nacional»
El tiempo da la razón, pero poco a cambiado. Lo demás es verso