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LOS CÓNDORES / ANIVERSARIO 108º/ Hoy, Los Cóndores festeja su cumpleaños. FOTO TAPA: Hoy la administración pública permanecerá cerrada con motivo de los 108º aniversario.
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Si bien no existe una fecha precisa del aniversario, ya que como en la mayoría de los pueblos se carece de documentación que indique un día de fundación, desde hace años en esta fecha se festeja el cumpleaños. Si bien en algún momento se analizó indagar en la historia para conocer más datos, se asume al menos que el nacimiento devino de la creación de la estación ferroviaria.
Fundador y nombres. Según el matutino La Voz sobre si Molina fue el fundador o una especie de benefactor del pueblo, lo cierto es que donó sus tierras para obras comunitarias que facilitaron la creación de un pueblo.
Los Cóndores no siempre tuvo ese nombre. Así fue bautizado por un decreto de 1929, a partir de un pedido de los vecinos, por su cercanía con las sierras cercanas que llevan esa denominación. Previamente se había llamado como la estación ferroviaria: «Kilómetro 30.540», luego fue «El Tala» y hasta se llamó «Estación Modesto Acuña», fundador de la ciudad de Río Tercero, nombre que también adoptó pero por breve lapso y por una disposición provincial que fue tan inentendible como resistida en el pueblo.
Un caserío muy anterior. Como en el caso de Almafuerte con el paraje El Salto, Los Cóndores también tuvo un caserío cercano como antecedente previo. En el siglo 19, al oeste y sobre las primeras estribaciones serranas, un caserío ya se llamaba Los Cóndores.
El inglés Alexander Gillespie, que llegó con las tropas de las Invasiones Inglesas en 1806, describió en un libro cómo se veía en esos años esta zona, que recorrió. «Todos estaban listos para marchar, ansiosos de adelantarse a las carretas en su llegada al pueblito de Los Cóndores, que toma su nombre de esa ave enorme que frecuenta las rocas de sus cercanías», relata en su libro.
El inglés inclusive detalla que allí había 15 casas y una capilla. La sierra de Los Cóndores, en realidad no adquirió esa denominación porque en sus cerros habitara esa ave andina (que sobrevuela las altas cumbres cordobesas pero no esta zona) sino por la forma que parece tener de un cóndor con sus alas desplegadas, observada desde la distancia. En realidad –se supone hoy– las aves que menciona Gillespie y que anidaban en esos cerros eran una variedad de águilas reales pampeanas, que con los años migró al sur.
