En calle Garibaldi al 456, hay una casa que parece dormida en el tiempo, que es, la más añeja de toda esa manzana, es de los años 40 y fue construida por un señor Carranza, venido de Tancacha y cuyo oficio era el de pocero.
Para dimensionar lo que era ser pocero en años lejanos, era valerse solo de tres básicas herramientas como: pico, pala de punta y pala ancha, y cavar no precisamente pocitos para plantar una plantita, sino pozos verdaderamente honerosos de tal vez dos metros de diámetro y la profundidad que solo Dios sabía, hasta llegar a las napas de agua para proveerse del vital elemento o para los llamados «pozos negros».
__________Hoy habitada por una hija de ese señor, mujer ya mayor, muy conocida por haber sido profesora de muchos en los ´60,´ 70 y ´80, la casa tiene a su lado un galpón para herramientas.________
Después, el mismo crecimiento demográfico fue acompañándola hasta hacerla parecer una casa más, pero fue la casita pionera de la manzana. Esta información me la dio una fuente familiar muy cercana a ella, y confieso que si bien no tuve la oportunidad de ingresar a verla, siempre me atrajo lo que irradia. Acá van algunas fotos.