- Médicos de Harvard descubren que un fármaco del asma puede frenar la enfermedad
- Científicos de Japón ensayan con éxito un implante de neuronas en el cerebro de macacos
Un fármaco ampliamente utilizado para el tratamiento del asma, el popular salbutamol (o Ventolin), puede abrir la vía a prevenir el parkinson y a mejorar su tratamiento, según una investigación liderada por la Escuela de Medicina de Harvard (EE.UU.) que se presenta esta semana en la revista Science. Los autores del trabajo han demostrado que el fármaco contrarresta una proteína llamada alfa-sinucleína, que está considerada como la principal sospechosa de causar y hacer progresar la enfermedad.
En otra investigación presentada esta semana, científicos de la Universidad de Kioto (Japón) han obtenido neuronas a partir de células madre en laboratorio y las han implantado con éxito en el cerebro de macacos cangrejeros, una especie de primates del Sudeste Asiático. Según los resultados publicados en Nature, el tratamiento ha aliviado síntomas de la enfermedad y no ha causado ningún efecto secundario significativo en los dos años posteriores a la intervención. En este caso, se ha restaurado un neurotransmisor llamado dopamina, cuyo déficit causa los síntomas más característicos del parkinson, como movimientos involuntarios.
EN LA ARGENTINA SE HACE MUCHO
CIRUGÍA DEL PARKINSON: 300 PACIENTES YA SE OPERARON DE MANERA GRATUITA EN EL POSADAS
El Equipo de Neurocirugía Funcional operó a más de 300 pacientes con muy buenos resultados, que mejoraron significativamente su calidad de vida.
La enfermedad de Parkinson es una patología neurodegenerativa compleja, con un espectro amplio de complicaciones tanto motoras como no motoras, que incluyen otros desórdenes mas allá de los síntomas conocidos como el temblor, la rigidez y la lentitud, también se pueden sumar ansiedad, depresión, trastornos del sueño y deterioro cognitivo, entre otros.
Si bien no contamos con estadísticas propias se estima que nuestro país tendría alrededor de unas 80.000 personas afectadas de las cuales un tercio de las mismas presentarían complicaciones motoras factibles de tratamiento quirúrgico.
A partir del año 2010 el Hospital Nacional Profesor Alejandro Posadas realiza de manera gratuita neurocirugías funcionales mínimamente invasivas para el tratamiento de enfermedades que involucren desórdenes del movimiento.
Los excelentes resultados de los procedimientos realizados por el Equipo de Neurocirugía Funcional impactan significativamente en la calidad de vida, permitiéndole al paciente recuperar su autonomía y una mejor reinserción social.
El Hospital Nacional Profesor Alejandro Posadas cuenta con un Equipo interdisciplinario formado por médicos neurocirujanos, neurólogos especialistas en movimientos anormales, neurofisiólogo, bioingeniero, neuropsicólogo y neuropsiquiatra que desempeñan sus tareas de manera articulada.
Este proyecto se llevo a cabo a partir de un convenio de intercambio científico y tecnológico entre el nuestro Hospital y el CIREN (Centro Internacional de Restauración Neurológica) de La Habana, Cuba, que posibilitó el desarrollo de nuevos conocimientos y avances en el tratamiento de estas afecciones. Dentro del marco del convenio se han logrado importantes progresos que involucran aspectos técnicos entre los que se destacan la manufactura de electrodos de microrregistro, mejoras del sistema de planificación y rediseño del marco estereotáxico que posibilitan la mejora contínua de la calidad de los procedimientos.
La técnica quirúrgica consiste en la realización de pequeñas ablaciones por radiofrecuencia en los ganglios basales que son son guiadas a través de un sistema de microrregistro. Esto permite una reconstrucción espacial volumétrica de la población neuronal a tratar, censando la actividad eléctrica de los grupos neuronales afectados.
Este sistema implica un importante cambio conceptual en el marco de la cirugía de movimientos anormales ya que permite localizar con alta precisión el área quirúrgica, minimizando así los efectos adversos asociados a este tipo de procedimientos.
La intervención se realiza con anestesia local y el paciente permanece despierto colaborando con el equipo médico. Una vez finalizado el acto quirúrgico, el paciente es trasladado por algunas horas a una unidad de recuperación y posteriormente a la sala de internación general, donde permanece hospitalizado un promedio de dos días, sin necesidad de cuidados especiales o intensivos.
La cirugía tiene carácter paliativo, ya que al momento el Parkinson no tiene cura. Su objetivo es ofrecer una mejor calidad de vida a los pacientes afectados y permitirle recuperar la máxima autonomía posible.