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RÍO TERCERO / MONUMENTO A SAN MARTÍN (PARTE I) Trabajo de recopilación de datos sobre la más importante piezas de la historia riotercerense: el monumento a San Martín de Río Tercero. Este trabajo fue eleborado y contado por Fernanda Juárez y Pato Ramonda. FOTO TAPA: Operarios de la Fábrica Militar colocan la estatua ecuestre del Libertador sobre el pedestal.
La historia de nuestro monumento al Libertador reconoce algunas particularidades: la estatua ecuestre destinada a Río Tercero, encargada en 1949 a la empresa Radaelli para su fundición en bronce, terminó –según testimonios de la época- en el Central Park de Nueva York como un obsequio realizado por el presidente Juan Domingo Perón a Estados Unidos, en 1951.
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Hubo que esperar varios años para que los riotercerences retomaran las negociaciones, reunieran los fondos restantes y la empresa contratista cumpliera con la entrega de una nueva estatua. En 1956 se colocó la estatua sobre la imponente base construida por el escultor Pedro Sacchetti. Con un acto multitudinario, el 17 de agosto de ese mismo año, se inauguró el monumento con la presencia de una escuadra de Granaderos.
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En Argentina se hicieron 57 copias de la estatua original que había sido inaugurada en Buenos Aires en 1862 en la zona de Retiro, y en cargada al escultor francés Louis-Joseph Daumas. En casi todos los monumentos, la figura de San Martín está orientado con vistas al oeste, hacia la cordillera de Los Andes, pero la de Río Tercero constituye una de las excepciones dado que San Martín señala al noroeste.
Algunas versiones indican que esta decisión provino de la advertencia del sacerdote Ernesto Compañy Cánaves, quien supuestamente se opuso a que el emplazamiento de la estatua cumpliera con la norma general, ya que de ser así, el corcel enseñaría su briosa cola a la iglesia catedral.
CRONOLOGÍA
- 1948. Se colocó en Río Tercero la piedra fundamental para la construcción de un monumento en honor al héroe nacional y Libertador de América con vista a los festejos por el centenario de la muerte del General José de San Martín.
- 1949. Se formó una comisión pro monumento para reunir fondos y gestionar la construcción de un pedestal y la adquisición de una estatua ecuestre en homenaje al prócer nacional.
El escultor y constructor Pietro Gaudenzio Sacchetti fue elegido para la creación de la base. El artista –descendiente de una familia de escultores- había arribado en 1907 al puerto de Buenos Aires a la edad de 15 años, procedente del pueblito Borgo Lavezzano, Italia, con el objetivo de forjarse un futuro cuando Europa se sacudía ante la inminencia de la Primera Guerra Mundial. Sacchetti cursó estudios de escultura, especializándose en construcción, y en 1913 llegó a Río Tercero tras haberse incorporado como contratista en la empresa Ferrocarril Central Argentino.
Y fue precisamente en nuestra ciudad donde Sacchetti pudo desplegar todo su talento y sensibilidad en la realización de importantes obras, tanto en el sector público como privado. Convocado por la comisión pro-monumento, Sacchetti se abocó a la tarea de erigir una magnífica obra de arte de seis metros de base y diez metros de altura.
En el frente y dorso del monumento se encuentran las figuras del escudo argentino y en los costados luce un sable corvo y una gran antorcha sobre dos cofres que simulan el lugar de descanso de San Martín en la Catedral metropolitana.
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La base está construida con cubos elaborados con una mezcla de cemento, cal, agua y arena que soportó estoicamente el paso del tiempo.
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La comisión pro monumento logró reunir 25 mil pesos con los cuales se contrató a la firma Radaelli para la ejecución del bronce en moldes facilitados por el Ministerio del Ejército. El original había sido realizado en Francia por el escultor Louis-Joseph Daumase inaugurado en Buenos Aires el 13 de julio de 1862 en la plaza que lleva el nombre de San Martín en la zona de Retiro, donde se gestó el Regimiento de Granaderos.
- 1950. Fue declarado en todo el país como “año del Libertador General San Martín”, en cada provincia o ciudad se organizaron actos para recordar el centenario de la muerte del prócer nacional. En Río Tercero, además de cambiar el nombre de la plaza y de la avenida principal por el de San Martín, se inauguró la base del monumento pero sin la estatua.
- 1951. A pesar de que se había firmado un contrato entre la comisión y la empresa Radaelli, y se entregó una importante suma de dinero en concepto de seña para garantizar la realización de la estatua, Radaelli no pudo entregar el trabajo pactado aduciendo que -en cumplimiento de una cláusula que establecía prioridad al gobierno nacional para disponer de las obras fundidas con ese molde- la estatua ecuestre destinada a Río Tercero había sido remitida a Estados Unidos.
Según testimonios de la época, el traslado se realizó cuando el presidente Juan Domingo Perón decidió obsequiarle a Estados Unidos una estatua de San Martín, la cual fue emplazada en 1951 en la Avenida de las Américas, en el Central Park de Nueva York.
- 1955. Durante más de 6 años, la imponente base construida por Sacchetti permanecería solitaria, rodeada por un alambrado y sin lucir la prometida figura de San Martín en su corcel.
En el transcurso de ese tiempo, el gobierno constitucional del presidente Perón fue derrocado por un golpe militar en 1955 encabezado por el general Eduardo Lonardi, el cual se produjo meses después del feroz bombardeo aéreo lanzado por aviones de la Armada Argentina sobre la población civil en la Plaza de Mayo en Buenos Aires, en el que más de 300 personas perdieron la vida y otras 700 resultaron heridas.
- 1956. Con el impulso de algunos artículos publicados en el semanario Timón, y la inquietud de algunos vecinos, en Río Tercero se reflotó el proyecto de adquirir una estatua para el monumento. La comisión volvió a reunirse y tras algunas gestiones ante la firma Radaelli, se informó a la ciudadanía que el costo de la nueva estatua ascendía a una suma considerablemente superior a la establecida inicialmente.
A pesar de ello, los integrantes de la comisión realizaron una contraoferta a la empresa y, tras varias negociaciones, acordaron reunir los 37.500 pesos restantes para que Radaelli fundiera una nueva estatua y se comprometiera a terminarla en el transcurso de ese mismo año.
A fines de julio de 1956, la estatua arribó a Río Tercero y durante los primeros días de agosto fue montada por operarios de la Fábrica Militar sobre el pedestal. En un primer momento, se instaló el caballo y, luego, se acopló la parte superior con la figura del Libertador.
El 17 de agosto, con un multitudinario acto que convocó a más de 12 mil asistentes, quedó formalmente inaugurado el monumento en memoria del Santo de la Espada, con la participación de autoridades provinciales y una guardia del Regimiento de Granaderos que viajó especialmente para participar en el desfile de tropas.
Además de una misa, el tradicional descubrimiento de placas, los discursos y la bendición del monumento, ese día la plaza recibió un retoño del pino histórico de San Lorenzo, donde San Martín se había refugiado tras es el combate para firmar el parte de la victoria, en la tarde del 3 de febrero de 1913. Así, a la vista del Libertador, en nuestra ciudad, creció una semilla de ese árbol histórico, emblema y memoria de la emancipación sudamericana.
Fuentes consultadas
- Diario Timón –Río Tercero (año 1956).
- Diario Tribuna, Río Tercero –“Recuerda cuando… La página de César Luis Herrera”.
- Río Tercero tiene historia, Fernando Coalutti, edición del Centenario Legado.
- Revista del Archivo General de la Nación, publicación digital Nº 3 -agosto de 2016
- Material de archivo: César Luis Herrera
- Fotografías de archivo: Ricardo Delcre
- Texto: Fernanda Juárez
- Investigación: Fernanda Juárez / Rubén Ramonda
