EL VIAJERO DEL OJOWEB/ DÍA 16 / Hacia varios días que no dormía en una cama, realmente lo necesitaba. Aunque descansé muy bien desperté cantidad de veces por la mañana, ya que la claridad, que invadía mi habitación, me mantenía alerta por si no escuchaba el despertador.
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Lo que me tenía preocupado era quedarme dormido y no poder ir a laguna Esmeralda junto a un grupo de fotógrafos de Ushuaia que ansiaba conocer con todas mis ganas.
Esteban preparó una tortilla de verduras que por cierto fue un muy buen almuerzo. Cargué mi equipo de montaña y partimos al encuentro. Empezamos la caminata y me sentí muy cómodo con la gente que me rodeaba, resultaron ser unas personas muy cálidas y simpáticas.
Como casi todo habitante de la provincia fueguina, ninguno había nacido en el lugar, pero se criaron prácticamente toda su vida aquí, por lo que eran lugareños y muy buenos conocedores del entorno que los rodeaba.
Durante varios kilómetros compartimos risas, charlas y muchas historias, hasta que llegamos a la laguna Esmeralda, llamada así por su color turquesa que se debe a los minerales que desprende el glaciar.
Luego de almorzar, comenzó la ligera pero constante lluvia. Nada nos detuvo e hicimos muchas fotos juntos, cada uno exponiendo su estilo y su técnica.
Sin dudas un viaje muy enriquecedor. Camino de vuelta, fuimos por lugares que solo ellos conocían por lo que el recorrido fue un verdadero paraíso.
El que tuvo la idea de ir por caminos alternativos fue Mati, que en pocos minutos de charla me invito a los circuitos guiados que iba a hacer los siguientes días. Sin dudarlo acepté y como era de esperarse, me emocioné. Merendamos, cenamos y pegamos buenas charlas con Esteban mientras me ponía al día con la edición de fotos.