POR DARÍO COMBA / RÍO TERCERO DE AYER Y DE HOY / Hubo un hombre que vivió en Río Tercero, llamado SALOMÓN ROSEMBERG, apodado “el ruso” por los vecinos de aquellos años, que sin duda alguna fue un pionero, un adelantado, el hombre fue el primero en proveer electricidad al naciente pueblo.
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Lo hacía con un generador propio que tenía en su casa sobre calle Mitre casi llegando a Vélez Sársfield. Esto ocurrirá en 1925 bajo la intendencia de Francicsco De Buono.
El muchacho se las arreglaba como podía, el servicio, a decir verdad, no era el mejor, los cortes eran reiterados, y se prestaba hasta las 11 de la noche. Si bien, se le había dado la concesión del servicio por 10 años, el hombre entendió, pasado un tiempo, que no podría seguir abasteciendo a un pueblo que crecía más rápido que sus posibilidades.
Es así, que en 1928 termina transfiriendo su usina a una compañía de Buenos Aires, la “ANGLO ARGENTINA DE ELECTRICIDAD”, que ya le había hecho un ofrecimiento (vivos los de la empresa, veían a Río Tercero como una plaza interesante en franco crecimiento) pero ante la negativa de él, lo “amenazan” diciéndole que si él no les vendía la usina, ellos instalarían una superior, ante lo cual, no le quedó chance, concretar la venta y emigrar a Córdoba.
La historia que vendría después es larga, y llena de reuniones, discusiones, y dimes y diretes, hasta el nacimiento de lo que es hoy la Cooperativa, pero recalco, el pionero, el que “prendió la luz”, fue ROSEMBERG, que vaya a saber cómo y desde donde, trae un generador al pueblo, alguien que tal vez no dejó ningún heredero aquí, pero sí, un gran legado, la electricidad.